Iglesias quiso colocar esta suposición al término de la interpelación, por lo demás de guante blanco, que le formuló en la sesión de control en el Congreso de los Diputados la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, sobre cómo garantizará el Gobierno el denominado "escudo social" frente a las eventuales presiones de los poderes económicos.

Aizpurua comenzó su intervención citando al propio Iglesias en sus proclamas de los orígenes de Podemos de que “toca gobernar para el 99%” y “basta ya de privilegios”, y le recordó que ahora que gobierna le “toca elegir”. Reconoció que comparte con él valores republicanos y de izquierdas, pero por eso mismo le advirtió: “Le pedimos más”.

Le instó a construir un nuevo modelo económico y social, y “no resetear” ni “volver a lo anterior”, sino poner la vida y lo público en el centro. “O la derecha y sus políticas o un nuevo modelo más justo”, le planteó, señalando como incompatible buscar pactos con el PP y a la vez querer avanzar en condiciones laborales y pensiones.

Aizpurua le exigió “voluntad política” para tomar medidas más valientes. Valoró como “insuficiente” el Ingreso Mínimo Vital y pidió prohibir el recorte de suministros, un impuesto a la banca para que devuelva los 60.000 millones del rescate de la crisis de 2008 y medidas a favor de las pymes y autónomos, así como evitar las privatizaciones.

PLURINACIONALIDAD Y AUTOGOBIERNO

Además, le recordó que Iglesias cree en la plurinacionalidad y reivindicó el autogobierno porque las mejores decisiones siempre serán las tomadas cerca de la ciudadanía, por lo que le exigió que “no caiga en la tentación de la recentralización” que le plantea la crisis del coronavirus. Al contrario, reafirmándose en su independentismo, pidió para el País Vasco las mismas herramientas de que dispone el Estado y sentenció: “No nos une una misma nación, pero nos une una misma clase”.

Iglesias -que empezó diciendo a la vicepresidenta tercera del Congreso, la popular Ana Pastor, que celebraba verla presidiendo el Pleno y recuperada de su coronavirus, porque con ella, confesó, aprendió mucho- coincidió con Aizpurua en que “gobernar es elegir”, pero reivindicó una vez más estar tomando medidas distintas de las de 2008 y que “no tienen precedente en la historia democrática de nuestro país”, si bien reconoció no haber hecho todavía todo lo que se podría hacer.

Enumeró la prohibición de desahucios y de corte de suministros, el Ingreso Mínimo Vital que insistió en fijar para mayo y las medidas de ayuda al alquiler, a las hipotecas y a las pymes. “Habrá que hacer más cosas, y, si ustedes exigen que hagamos más cosas, estarán haciendo las cosas bien”, reconoció a su interlocutora.

En cambio, replicó la aseveración de Aizpurua de que “no se pueden pedir pactos a la derecha” recordándoles los suyos con el PNV en aras del nacionalismo vasco. Y, aunque dijo que ya le gustaría a él tener en España una derecha como el PNV, defendió la búsqueda de pactos con el PP señalando que “es una obligación patriótica tenderles la mano y explicarles que hay consensos que tienen que ser consensos de país” para tener “legitimidad de Estado”.

CONSENSOS

Entre esos supuestos consensos transversales volvió a citar el refuerzo de la Sanidad, el no depender de proveedores sanitarios extranjeros, la no privatización de las residencias de ancianos y la construcción del cuarto pilar del Estado del bienestar, el sistema fiscal redistributivo.

También defendió las ayudas al tejido económico y empresarial español frente a las multinacionales buitre, proclamando que “hay que construir una alianza con sectores empresariales que pagan salarios decentes aquí y pagan impuestos aquí”, frente a lo que presentó como “el modelo de la derecha”.

Acto seguido, Iglesias retomó su ya habitual defensa de la Constitución, aun reconociendo que en sus orígenes Podemos quería “empezar de cero”. Ante la portavoz de EH Bildu, aseguró que la Carta Magna tiene “elementos que nos unen a todos los que defendemos el interés general”, los salarios justos, el sistema fiscal progresivo y demás. “Esto es el patriotismo”, subrayó.

Finalmente, el vicepresidente emplazó a EH Bildu a formar parte de la comisión de reconstrucción que pretende constituir el Gobierno. “La presencia de ustedes en el acuerdo de reconstrucción se lo está pidiendo la sociedad vasca y también sus votantes”, le aseguró.

RÉPLICA

En su segundo turno, Aizpurua retomó el guante asegurando que, si el Gobierno resiste a las presiones y toma decisiones valientes contra los privilegiados, EH Bildu no será “de los que pongan palos en la rueda, sino de los que empujen para llegar más lejos”. Además, terminó recitando en euskera y castellano un poema vasco.

Iglesias cerró la interpelación manifestando que como español siente “un enorme orgullo de que nos recite un poema en euskera en esta tribuna” y garantizando a EH Bildu que en el Gobierno “no sólo no hay ninguna tentación centralizadora”, sino que es consciente de que, o las distintas administraciones se coordinan bien, o tendrán difícil la lucha contra el coronavirus.

El vicepresidente, que se definió como federalista, defendió la descentralización como “un patrimonio de nuestra democracia” llamado a “optimizar” la eficacia en la admistración y “expresar la pluralidad de nuestra patria”.

En una última referencia al PP, aseguró haberse encontrado a gestores “a la altura” también en la derecha y de ahí enlazó con su hipótesis de por qué Casado se ha sumado finalmente a la inicialmente llamada mesa para la reconstrucción, ahora comisión parlamentaria como exigían los populares.