Echeverria destacó, como resultado, que en los últimos diez años la mortalidad en las carreteras madrileñas se ha reducido progresivamente hasta alcanzar en 2010 la cifra más baja de su historia.

Además, aseguró que el número de accidentes mortales se redujo entre los años 2001 y 2010 en un 67,2%. Dijo que durante 2010 fallecieron 41 personas, frente a las 125 que perdieron la vida en el año 2001, lo que indica, a su juicio, que las iniciativas que está llevando a cabo el Gobierno regional siguen una “evolución excelente y suponen un incentivo para seguir trabajando con el objetivo de reducir las muertes en carretera”.

Asimismo, señaló que la cifra se ha reducido año tras año, de forma que el descenso de víctimas mortales en 2010 respecto al año anterior ha sido del 23%.

Destacó que en las carreteras de la Comunidad de Madrid se producen cada año 675 millones de desplazamientos y que el parque de vehículos asciende a 4,4 millones de vehículos, unas cifras que reflejan el importante volumen de tráfico que registra la red regional.

A este respecto, indicó que, con el objetivo de planificar de forma eficaz las actuaciones necesarias para adaptar la red de carreteras a las necesidades reales de quienes las utilizan, la Comunidad de Madrid realiza periódicamente estudios que le permiten conocer tanto la intensidad de circulación -prestando especial atención al tráfico pesado, puesto que supone un mayor riesgo-, como aquellos puntos donde se detecta una mayor siniestralidad.

El objetivo es detectar los tramos donde existe un mayor riesgo y por qué, para actuar allí donde resulte prioritario y hacerlo sobre la causa concreta que provoca el riesgo.

También explicó que estos datos, contenidos en el informe de su consejería sobre la seguridad vial, reflejan que la mayoría de los accidentes mortales se produjeron por salidas de vías y colisiones frontales, así como por alcances y atropellos.

En algunos casos, dijo, la reducción del riesgo requiere una ampliación de la capacidad de la carretera, pero en otros resulta más eficaz otro tipo de medida como la ampliación del radio de curva o una mejora de la visibilidad o la señalización, y por eso el Gobierno regional estudia cada caso concreto para acometer la actuación que mejor resuelva este problema.

Informó de que la Comunidad de Madrid construyó o desdobló desde 2003 un total de 150 kilómetros de vías, con una inversión aproximada de 450 millones de euros.

Entre estas carreteras, en algunas de las cuales se están acometiendo trabajos en estos momentos, se encuentran, por ejemplo, la M-100, la M-111, la M-108, la M-115, la M-201, la M-203, la M-204, la M-206, la M-209, la M-224, la M-300, la M-301, la M-305, la M-317, la M-407, la M-410, la M-419, la M-423, la M-501, la M-503, la M-509 y la M-609.

Según el citado informe, entre las carreteras en las que se produjeron accidentes mortales se encuentran las que presentan una mayor intensidad de circulación, lo que refuerza la necesidad de actuar justo en ellas, en muchos casos aumentando su capacidad, como ocurre con los desdoblamientos.

Respecto a los trabajos de conservación, destacó que para el Gobierno regional se han convertido en una prioridad por la eficacia que han demostrado en garantizar la seguridad vial de los conductores, de forma que desde 2003 el presupuesto de estas tareas se ha duplicado hasta superar los 64 millones de euros previstos en los presupuestos de 2011, la cifra más alta de la historia de la Comunidad de Madrid.

En este punto, ocupa un lugar destacado el dispositivo de vialidad invernal, que ha ido aumentando año tras año sus medios para garantizar la seguridad de las carreteras en condiciones meteorológicas adversas, y que ha permitido hacer frente con éxito a las grandes nevadas que se han producido en la región en los últimos inviernos, según el consejero.

Asimismo señaló que la Comunidad de Madrid está prestando especial atención los motoristas, puesto que son el colectivo que mayor fragilidad presenta ante los accidentes.

Indicó que tras el convenio que firmó la presidenta regional, Esperanza Aguirre, con las asociaciones de moteros, Madrid es la primera Comunidad Autónoma que ha dotado a toda su red principal de barreras de protección especialmente diseñadas para minimizar los daños que puedan sufrir los motoristas en caso de accidente.

Desde que se comenzaron a instalar las barreras para proteger a los motoristas en 2008, el número de víctimas mortales se redujo en un 63,1%, siendo la cifra más baja registrada en los últimos diez años.