Sagarra hizo esta consideración en declaraciones a Servimedia después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) haya anunciado este domingo que se da cuatro semanas de plazo para decidir si mantiene o aplaza los Juegos de Tokio, puesto que no prevé su cancelación.

Inicialmente, las fechas previstas de los Juegos Olímpicos son del 24 de julio al 9 de agosto, y los Juegos Paralímpicos se celebrarían del 25 de agosto al 6 de septiembre.

Sagarra indicó que el COI ha cedido a las “presiones de los deportistas”, puesto que algunos han trasladado al Comité Olímpico Internacional la conveniencia de no celebrar los Juegos en las fechas programadas debido al confinamiento en que se encuentran ante la expansión del Covid-19.

“El aplazamiento era inevitable”, comentó Sagarra, quien consideró “razonable” que el COI se dé un mes para adoptar la decisión definitiva. “Los deportistas ya saben que a finales de julio y agosto de este año no va a haber juegos, con lo cual desaparece esa incertidumbre”, añadió.

Sagarra indicó que la decisión definitiva es “un plato de muy difícil digestión” por su impacto en el ámbito del deporte y que aún quedan “muchas piezas en ese encaje de bolillos” porque, entre otros aspectos, la Villa Olímpica está vendida y hay contratos con patrocinadores y derechos televisivos, que son una importante fuente de ingresos.

Sobre la posible fecha de los Juegos, Sagarra consideró “inviable” que se pospongan al próximo mes de noviembre porque para entonces podría no estar solventada la crisis sanitaria del Covid-19 ni apostó por aplazar los Juegos a 2022, año de Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en Pekín. “China dirá que 2022 es su año y 2022 estaría demasiado cerca de 2024”, apostilló.

Por tanto, se inclinó por aplazar los Juegos de Tokio a las mismas fechas de 2021, si bien precisó que la decisión corresponde al COI.