Según informan estas organizaciones, pese a esta petición de cierre, el colectivo asume las obligaciones derivadas de ofrecer un servicio sanitario de atención primaria a todo aquel que durante este periodo pueda necesitarlo pese a mantener cerrados los establecimientos.

Para justificar el cierre, el sector advierte de que la óptica y la optometría son actividades de proximidad y contacto entre las personas con elevado riesgo de contagio que debe restringirse y dotarse de mecanismos y equipos de protección individual y material de desinfección de los que los establecimientos actualmente no disponen y de los que el mercado no puede abastecer.

Por ello, demandan a las autoridades que se les dote de equipos de protección individual que les permitan mantener los servicios de urgencia para los bienes de primera necesidad con las debidas garantías sanitarias o dotar de ellos a aquellos establecimientos que aún no los poseen.

Si el Gobierno aceptara esta demanda, las ópticas podrían acceder a los procedimientos de suspensión de contratos laborales y reducciones de jornadas recogidas en el Real Decreto-ley de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del Covid-19.