Estos expertos consideran que la alimentación puede ser una vía de escape a la compliada situación del confinamiento originado por la crisis del coronavirus que puede originar que comamos sin “hambre real”, es decir, más por “hambre emocional”. Este suele aparecer de repente, generando el apetito de alimentos específicos (generalmente dulces u otros muy palatales).

Para poner una solución a esta tentación, los expertos de la Universidad CEU San Pablo recomiendan seguir algunas pautas alimentarias para estos días: establecer un menú semanal, seguir un horario de comidas sin picotear y evitar entrar en la cocina si no es para comer o cocinar.

También proponen elegir un par de espacios de la casa para comer, incluir verduras, frutas, cereales integrales, legrumbres y carnes magras, pescado, huevos, lácteos y frutos secos, como pilares fundamentales de la alimentación diaria.

"Es el momento para, en lo posible, mantener y/o recuperar los valores de la Dieta Mediterránea", dicen, moderando la compra de bollería, refrescos azucarados, snacks salados o dulces.

Los consejos también apuntan a usar técnicas culinarias saludables, como la plancha, el vapor o la cocción e hidratarse correctamente.

Los nutricionistas también aconsejan fijarse en qué puede desencadear ese hambre emocional (aburrimiento, tristeza...) y mantenerse activos con ejercicio diario.

La lista de recomendaciones concluye con consejos de higiene para evitar el contagio durante la compra o el cocinado.