Religión
El presidente saliente de la Conferencia Episcopal recuerda a los obispos que “las elecciones no son un reparto del poder”
- La Asamblea Plenaria de la CEE renueva esta semana sus principales cargos y estrena estatutos
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El cardenal arzobispo de Valladolid y actual presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, recordó este lunes a los prelados españoles que “las elecciones no son un reparto de poder, sino una distribución de las colaboraciones para contribuir lo más adecuadamente posible al sentido mismo de la Conferencia Episcopal y la misión que ha recibido en su misma constitución”.
Así lo dijo durante el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria que celebran los obispos españoles esta semana en Madrid, en la que se renovarán los principales cargos del Episcopado y comenzarán a aplicarse sus nuevos estatutos.
Para Blázquez, “las elecciones no son oportunidad de acumular prestigio, sino ocasión para mostrar disponibilidad al servicio”. “¡Que seamos buenos administradores de la multiforme gracia de Dios, poniéndola al servicio de los demás!”, indicó al final de su intervención, que concluyó con un agradecimiento a los obispos españoles por haber confiado en él para presidir la CEE.
Según el programa establecido, este martes por la mañana se conocerá el nombre del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, que con el cambio estatutario tendrá un mandato inicial de cuatro años (prorrogable una vez más). A continuación, los obispos elegirán los nombres de los responsables para otros puestos de responsabilidad, así como de las nuevas comisiones, que se reducen para lograr un trabajo más ágil y acorde a la estructura de la curia romana.
En su discurso, Blázquez también se refirió al Plan de formación sacerdotal de la CEE “no queremos conformarnos con administrar la carestía” de vocaciones, a la vez que reconoció la “necesidad recíproca” de los distintos miembros de la Iglesia que se ha manifestado en el congreso de laicos celebrado en febrero en Madrid.
El presidente saliente del Episcopado también explicó las líneas básicas de la reforma de estatutos y elecciones en la CEE y señaló la necesidad de que la nueva estructura de la institución contribuya a que se convierta en una “autoridad doctrinal” y promueva su labor misionera “en medio de una sociedad y un mundo que en buena medida ha dado las espaldas a Dios”.
En este punto, expuso que el Episcopado, amoldándose al ejemplo de los dicasterios vaticanos, pasa a tener 10 comisiones “que no serán “compartimentos estancos” y puso el acento a prestar atención a la “piedad popular” para esa evangelización.
Blázquez también definió esos cambios a través de conceptos como la sinodalidad, el diálogo entre obispos y una mayor representatividad territorial. Sus últimas palabras del discurso fueron, en un tono más emocionado, para agradecer a los obispos por haber confiado en él para dirigir a la Iglesia española.
CONSEJOS DEL NUNCIO
En el acto también estuvo el nuncio apostólico del Vaticano en España, monseñor Bernardito Auza, que recordó a los obispos que se abran al diálogo institucional para defender el bien común y la libertad de la Iglesia para desempeñar su labor.
“En la sociedad no buscamos privilegios, pero tampoco aceptamos discriminación. En esos aspectos siembre cabe el encuentro para dialogar desde esta Conferencia con el Estado y con todas aquellas instituciones en las que se procura el bien común”, dijo parafraseando al secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello.
También defendió la “dimensión social de la evangelización” de la Iglesia, para lo que pidió a los prelados que trabajen en línea con el “exitoso” congreso de laicos celebrado en Madrid y que se apliquen “en todo el territorio nacional” las directrices de atención a las víctimas de abusos en la Iglesia por parte de las diócesis que aún no han instituido esos servicios.
(SERVIMEDIA)
02 Mar 2020
AHP/mjg