Los acusados se presentaron en el domicilio de la víctima, en la avenida Peris y Valero de Valencia, la noche del 7 de diciembre de 2016. El hombre les dejó entrar porque conocía a uno de ellos. Una vez en el interior de la vivienda, los recién llegados golpearon reiteradamente al propietario para que les revelara dónde guardaba el dinero y los objetos de valor.

Los asaltantes se hicieron con una tarjeta de crédito después de fracturar armarios y otros muebles. Finalmente, decidieron matar a la víctima y la estrangularon hasta fracturarle la laringe, tal y como recoge el relato de hechos probados de la sentencia.

Tras perpetrar el crimen, los acusados colocaron al fallecido una bolsa de plástico en la cabeza y se la anudaron con una cuerda al cuello, abandonaron la vivienda y se dirigieron en coche a la ciudad de Alzira, donde esa misma madrugada intentaron extraer 600 euros en un cajero automático con la tarjeta sustraída.

La magistrada de la Sección Tercera de la Audiencia de Valencia que ha presidido el tribunal del jurado considera a cada acusado autor de un delito de robo con violencia, penado con cinco años de cárcel, y de un delito de asesinato, castigado con otros 23 años.

En ambos delitos aprecia la agravante de abuso de superioridad, ya que el jurado popular consideró probado que la ejecución de los hechos por parte de dos personas “disminuyó de forma importante las posibilidades de defensa y de pedir ayuda” de la víctima. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.