Así lo atestiguaron la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, y su homólogo italiano, Luigi Di Maio, en la rueda de prensa que ambos ofrecieron en la sede del Ministerio de Exteriores en Madrid.

La jefa de la diplomacia española presentó a España y a Italia como “dos piezas fundamentales” de la UE en un momento en el que el club comunitario “está cambiando sus funciones”.

Tras los ditirambos habituales sobre las raíces históricas, geográficas y culturales que unen a ambos países, González Laya verbalizó la conveniencia de “estrechar lazos” de “manera estratégica”.

Para ello, adelantó la celebración, extremo posteriormente confirmado por Di Maio, de una cumbre bilateral en la que se pondrían los cimientos para reforzar la relación bilateral de dos países que, pese a compartir señas culturales y desafíos políticos, han tenido dificultades históricas para cooperar.

Este cónclave, continuó González Laya, sería el escenario en el que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, escenificarían el robustecimiento de las relaciones entre ambos países, lo que serviría como punto de partida para poner en marcha un diálogo sobre migraciones, el ‘Brexit’, el Mediterráneo, el marco financiero plurianual, la crisis en Libia o la política de ampliación de la UE.

Por su parte, Di Maio recogió el guante lanzado por su contraparte española e insistió en la importancia de “reforzar todavía más” las “iniciativas comunes”, aprovechando que las sociedades de ambos países “se aman” y las empresas colaboran.

Por esa razón, apuntó que la referida cumbre bilateral, de la que no se fijó fecha ni lugar, y que sería la primera que ambos países celebrarían desde 2014, sería el lugar idóneo para simbolizar el acelerón en las relaciones bilaterales.

PACTO MIGRATORIO

Por otro lado, el ministro de Exteriores italiano juzgó fundamental aprovechar la influencia española en los países de la cuenca mediterránea para abordar el fenómeno migratorio y planteó como “crucial” conseguir la colaboración de las universidades de ambas orillas del ‘Mare Nostrum’ para auspiciar el entendimiento entre ambas zonas geográficas.

Adelantó que España e Italia están trabajando en la elaboración de un documento que sirva de esbozo de un pacto migratorio en el seno de la UE con el que esperan concitar el mayor consenso posible entre los Estados miembros.

Defendió que ambos países deben estar a la vanguardia en el abordaje de esta materia en el seno comunitario por la “capacidad” y la “pericia” que tienen sobre la misma.

Di Maio hizo un aparte para defender la importancia de que la misión ‘Eunavformed Sophía’, de lucha contra el tráfico de personas en el Mediterráneo, vea reconfigurado su mandato ampliándose al control del cumplimiento del embargo de armas a Libia acordado en una cumbre internacional celebrada el pasado mes de enero en Berlín.

La misión, cuyo mandato expiraba el próximo 31 de marzo, languidecía después de que las presiones del exministro del Interior italiano Matteo Salvini lograba que la UE cancelara su vertiente naval.

Ahora, los jefes de la diplomacia de los Estados miembros decidieron en el Consejo de Asuntos Exteriores de enero revitalizarla encargándole el cumplimiento del control del embargo de armas impuesto a Libia.

Por su parte, González Laya expresó el “deseo común” de ambos países por ser “constructores de soluciones comunitarias” en materia migratoria, completando lo dicho sobre esta cuestión por Di Maio al confirmar que España e Italia aspiran a un pacto migratorio de la UE basado en dos “principios fundamentales”: la “justicia” y la “solidaridad”.