Según informó este lunes la administración regional a través de un comunicado, se trata de un servicio ubicado en Madrid capital que cuenta con 40 pisos, 35 individuales -uno de ellos adaptado a personas con discapacidad- y cinco dobles, todos ellos localizados en un mismo edificio y cuya titularidad corresponde a la Comunidad de Madrid.

Para beneficiarse de este recurso los usuarios deben ser mayores de 65 años, tener autonomía a la hora de realizar las actividades diarias y, además, reunir las habilidades sociales “suficientes” para mantener una buena convivencia.

Junto a ello, los solicitantes deben residir en la Comunidad de Madrid y carecer de alojamiento estable, disponer de una vivienda “inadecuada” o encontrarse en situación de riesgo por vivir solos.

El nuevo contrato se tramitará por procedimiento abierto y, además de la oferta económica, en el proceso se tendrán en cuenta aspectos como la realización de una limpieza de los pisos al año, la implantación de un plan anual de actividades de fomento de la participación, del ocio y de la convivencia entre usuarios o la contratación indefinida y la conciliación de la vida familiar y laboral de los trabajadores.

La Comunidad de Madrid cuenta con una red de recursos de atención a personas mayores que sean autónomas para realizar las actividades básicas y ordinarias de la vida diaria sin ayuda de otra persona y para ello dispone de plazas públicas en residencias y pisos tutelados.

En el caso de este último recurso, además de alojamiento, ofrece servicios de supervisión, teleasistencia y apoyo personal y social.