Así lo trasladó el propio Lambán en unas declaraciones después de conversar con Sánchez en la ronda de llamadas que el jefe del Ejecutivo está haciendo con los presidentes autonómicos.

Según Lambán, ha sido “una reunión cordial de proclamación de lealtad y afecto mutuo”, después de que el presidente de Aragón, al igual que el también socialista Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), haya expresado públicamente sus críticas por la negociación del PSOE con ERC.

El presidente aragonés reconoció que tenía “esperanzas” en la reunión del PSOE con Partido Popular y Ciudadanos para que hubiera acuerdo de investidura “sin tener que recurrir al independentismo catalán”, cita de la que le dio detalles el presidente.

Lamentó la “miopía constitucional y de deficiencia patriótica” de PP y Cs, porque le hubiera gustado “otra actitud” de estos partidos, pero deseó “cuanto antes un gobierno”.

Así las cosas, Lambán planteó a Sánchez que “Aragón será una comunidad leal siempre al Gobierno de España desde su acendrado espíritu constitucional de amor a España, a la unidad de España” pero que, “a su vez, esa lealtad tiene que ser correspondida en forma de esas inversiones” en infraestructuras que son “largamente demoradas” y esa “renovación del sistema de financiación insuficiente”.