La asamblea no podrá ser antes del 10 de marzo, ya que los estatutos de Ciudadanos obligan a dejar pasar un lapso de cuatro meses tras cualquier proceso electoral al que haya concurrido el partido. El Consejo General, además de elegir la gestora, pondrá fecha a esa cita.

La gestora estará presidida por el presidente del Consejo General, Manuel García Bofill, y debe tener entre diez y quince miembros, entre los que no estará Inés Arrimadas, que ha marcado expresamente distancias con ese órgano dado que tiene decidido concurrir a las primarias para suceder a Rivera en la Presidencia del partido.

Quienes forman parte de la Permanente de la dirección del partido que quedó en pie tras la dimisión de Rivera, los secretarios ejecutivos, pueden formar parte de la gestora. Pero cualquier integrante de la gestora que después quiera engrosar cualquier candidatura a los órganos de dirección, deberá dimitir antes de esa responsabilidad.

Tras Rivera prácticamente todo su círculo más cercano dimitió también de sus responsabilidades. Su número dos, José Manuel Villegas, anunció que no formaría parte de ninguna candidatura, aunque sí mantuvo su compromiso con el partido en la "transición" hasta la asamblea extraordinaria.

Fernando de Páramo, responsable de Comunicación del partido, renunció también a su responsabilidad orgánica y al escaño que obtuvo por Barcelona en las elecciones, justo por detrás de Arrimadas, y cerró puertas a su continuidad en política.

Su renuncia permitirá obtener escaño a José María Espejo, colaborador cercano de Arrimadas, que es además el encargado de negociar la entrada de Ciudadanos en la Mesa del Congreso con un puesto que, en caso de lograrlo, ocuparía él mismo.

También dio un paso atrás Juan Carlos Girauta, que no obtuvo su escaño por Toledo, y esta misma semana lo dio el hasta ahora secretario de Organización, Fran Hervías, aunque quedándose "a disposición" del partido para seguir aportando su "granito de arena".

La renuncia de todo el núcleo duro de Rivera ha dejado manos libres a Arrimadas para conformar su propio equipo, para lo cual quiere "hablar con mucha gente", ya que el objetivo es "relanzar" el partido.

Sin embargo, algunos militantes que han sido muy críticos con la dirección durante los últimos años se están movilizando para hacerse ver en estas reuniones orgánicas y asegurarse de que Arrimadas los tiene en cuenta a la hora de perfilar ese proyecto. Reclaman, por ejemplo, más transparencia en los procesos internos de elección de candidatos y de toma de decisiones con cambios significativos en las primarias para fomentar el voto en urna en vez del telemático, y más participación de la militancia.

Tras la dimisión de Rivera fueron varios los dirigentes territoriales de Ciudadanos que pidieron cambios. Por ejemplo, Ignacio Prendes, que ha sido vicepresidente del Congreso de los Diputados y que en estas últimas elecciones no obtuvo escaño, reclamó expresamente abandonar los "hipoerliderazgos" y dar más voz a los afiliados.

Ciudadanos iniciará este sábado una nueva etapa con la conformación de la gestora, que tomará las riendas del partido y que debe organizar tanto las primarias como la asamblea general extraordinaria.