Según informó la Policía, las investigaciones comenzaron el mes de julio de 2018, cuando los investigadores recibieron una petición de información de las autoridades rusas, en relación con un fraude fiscal a gran escala que se estaba cometiendo en su país. Entre otras personas, la socitud preguntaba por el alto funcionario del Ministerio de Cultura detenido, que se encontraba residiendo en la Costa del Sol junto con su mujer e hijo.

En uno de los procedimientos judiciales abiertos contra él en Rusia, se le imputa, en connivencia con otras personas, la malversación de alrededor de 7,2 millones de dólares de fondos públicos que habían sido asignados para la reconstrucción del Museo del Hermitage en San Petersburgo.

En otro caso de corrupción, estas mismas personas fueron declaradas culpables en 2017, por la malversación de 2,6 millones de dólares que tenían que haberse destinado a la reconstrucción de monumentos del patrimonio arquitectónico en distintas regiones rusas y por cuyos hechos habrían cumplido una condena preventiva de 18 meses de prisión.

Los agentes concluyeron que esta familia rusa residía en Estepona desde al menos 2015, constatando también que, a nombre de una sociedad española vinculada a ella, habían adquirido un bien inmueble de lujo en Marbella por el que habían pagado ese mismo año cuatro millones de euros, transferidos desde una cuenta bancaria en Suiza.

Ante esta situación, el Juzgado de Instrucción nº 2, de Marbella, dictó una Orden Europea de Detención y Entrega a nivel europeo sobre el principal investigado, por el presunto delito de blanqueo de capitales.

La colaboración de la Policía Nacional y de la Policía Estatal de Policía Criminal de Austria facilitó la localización y detención de las personas fugadas. Además, se procedió al registro en Marbella (tres) y Estepona (uno) -correspondiendo a tres domicilios particulares de los investigados y a un despacho de abogados- en los que se intervinieron un chalet de lujo en Marbella, un vehículo de alta gama valorado en unos 100.000 euros, unos 160.000 euros en cuentas bancarias y en efectivo, joyas de alto valor y diversa documentación en formato papel y electrónico.