Así se pronunció Robles, en declaraciones a los periodistas, tras su participación en el acto de inauguración del Seminario Internacional Cátedra Alfredo Kindelán, en el madrileño Cuartel General del Aire.

La ministra llamó a esperar al resultado de la autopsia del soldado fallecido antes de tomar una determinación sobre el destino de la 'prueba de unidad', aunque comentó que, mientras la celebración de la misma esté suspendida, su departamento reflexionará sobre la pertinencia de dotarla de una nueva regulación.

Por último, dejó claro que el Ministerio de Defensa siempre trabajará en aras de garantizar la seguridad de todos y cada uno de los miembros que componen las Fuerzas Armadas españolas.

El óbito del soldado tuvo lugar al concluir la conocida como 'prueba de unidad' del Regimiento Arapiles 62 en Sant Climent de Sescebes (Girona), examen físico con diez años de antigüedad y consistente en un recorrido a pie de 90 minutos en el que los militares acarrean con todo su equipamiento, armamento incluido.

Este hecho motivó que el Ministerio de Defensa decidiera instar a los jefes de los Ejército a que revisen y, en su caso, actualicen los contenidos de esta prueba, solicitándoles, además, la suspensión de su ejecución hasta que dicha revisión esté concluida.

No obstante, las asociaciones profesionales de militares han alzado la voz para exigir, en el caso de la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro), la dimisión del subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, por "no actuar ante los avisos sobre la 'prueba de unidad'", y, en el caso de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), a investigar todo lo relacionado con este ejercicio y a depurar las responsabilidades pertinentes.

Esta muerte se suma a los dos fallecimientos y a las numerosas bajas médicas ocurridas en menos de dos años como consecuencia de la exigencia de esta dura prueba.