Así lo ha expresado a Servimedia al preguntársele qué posición tomaría Compromís en una eventual votación en el Congreso de un modelo de financiación que, en lugar de privilegiar la población, como le convendría a la Comunidad Valenciana, primara la dispersión, como preferiría la Chunta y podría suscribir el partido de Íñigo Errejón si estimara que ha de defender los derechos de la llamada España Vaciada, que ha abanderado en alguna de sus propuestas electorales.

"Tendríamos que llegar a un acuerdo, intentar conjugar intereses. Y, si no nos ponemos de acuerdo, no sería un drama; lo sería si nos pasara todas las semanas", reflexionó Baldoví, que reconoció que, para que el modelo satisficiera a todas las comunidades, las que tienen un interés y las que tienen el contrario, el Gobierno "tendría que poner más dinero" para repartir entre las autonomías.

Si no lo hiciera, él tiene claro que lo que tiene que representar ante todo su partido son los intereses valencianos. De hecho, Más País asumirá la opinión de Compromís para todos los temas particulares de esta región la asumirá Compromís. Nunca ocurrirá lo que pasó recientemente en Cataluña, donde las declaraciones posteriores a una visita a Barcelona para plantear una mesa estable de partidos no las hizo el cabeza de lista por la capital catalana, Juan Antonio Geraldes, sino la de La Coruña, Carolina Bescansa. "Si hubieran venido a Valencia, las declaraciones las habría hecho yo", garantiza.

En cualquier caso, Compromís, que tiene pactado con Más País nombrar al portavoz adjunto de la coalición en el Congreso, presumiblemente el propio Baldoví, quien se repartiría los tiempos con Errejón en los grandes debates, como el del Estado de la Nación y el de Presupuestos, no se siente obligado a mantener siempre la disciplina de voto, siempre que la discrepancia fuera un caso "muy excepcional".

"HORIZONTALIDAD" DE ERREJÓN

De hecho, el diputado valenciano valora mucho la "horizontalidad" que percibe en la concepción del líder de Más País, lejana a una jerarquía centralista, y por eso le eligió como aliado, sabedor de que a la repetición electoral Compromís tenía que presentarse en alianza con una fuerza de índole estatal.

En abril, aun coincidiendo en la misma fecha las autonómicas y las generales, su formación se viera perjudicada por el voto dual al que tiende el electorado valenciano: en las primeras logró 450.00 votos y en las segundas sólo 172.000, perdiendo tres de los cuatro diputados que obtuvo en 2016 en coalición con Unidos Podemos.

Baldoví, incluso, piensa que "con más tiempo, hubiésemos podido sumar a más fuerzas progresistas territoriales, como Anova, Nueva Canarias, el Partido Castellano, el Més balear o Coalición por Melilla". Sin embargo, a la vez entiende que el momento para que Errejón diera el salto a la política nacional, tenía que ser el actual.

Comprende que cuatro años reducido a la política autonómica madrileña le habría restado mucha visibilidad, y además coincide con él en que abanderar la "política útil" y el pacto es el mejor reclamo electoral de Más País después de que el PSOE y Unidas Podemos no se pusieran de acuerdo para formar gobierno después de los comicios de abril.

Baldoví cree que la unión a Más País se mantendrá incluso aunque tras las elecciones del 10-N no obtengan grupo parlamentario propio y tengan que seguir en el Mixto, porque en éste "el tamaño sí importa", y es más complicado tener espacio y poder hacer propuestas si tienes tres o cuatro diputados que si tienes siete.

Con todo, confía en que, como ha ocurrido en otras ocasiones, las encuestas infravaloren las expectativas de una candidatura que se presenta 'ex novo' y de la que no pueden ponderar el recuerdo de voto. Así, espera que la coalición Más País-Equo-Compromís-Chunta logrará grupo propio "raspado", con el 5% de votos del total de sufragios que se requiere para ello y que por el momento no le auguran los sondeos.