En un comunicado entregado a la prensa en las inmediaciones del cementerio de Mingorrubio, los nietos del dictador cargan contra el Gobierno por haber “consumado la profanación del sepulcro” de su abuelo, en lo que consideran un “grave atropello” a sus “derechos fundamentales”.

Según los familiares del dictador, “lo que el Gobierno presenta como una victoria de la democracia no es más que un impúdico circo mediático que solo busca propaganda y rédito electoral” de cara a los comicios generales del 10 de noviembre.

“Pero estamos aquí por encima de miserias y mezquindades”, defienden los familiares de Franco, que se enorgullecen de no haber “abandonado jamás” a su abuelo, del que resaltan su “dignidad y memoria”. “Lo hemos defendido siempre, y ahora más unidos que nunca”, subrayan.

Además, tienen palabras de agradecimiento para “los miles de españoles que durante todo este tiempo nos han hecho llegar emotivas muestras de apoyo, aliento y lealtad a su memoria”. En concreto, se refieren “muy especialmente a la Comunidad Benedictina que ha custodiado digna y heroicamente sus restos durante 44 años”.

Finalmente, dan las gracias “a cuantos medios de comunicación nos han tratado con respeto y consideración durante todos estos meses en los que hemos sido objeto de tan graves insultos y calumnias por el mero hecho de ejercer los derechos que nos concede la ley”.

En conversación con los medios de comunicación, Francis Franco, el nieto mayor del dictador, también se quejó del trato que les ha dado el Gobierno al quitarles objetos personales como los móviles en la Basílica del Valle de los Caídos. Además, ha afeado que no se deje entrar a periodistas al acto de reinhumación en el cementerio de Mingorrubio. Tras él, otros familiares sostenían una bandera preconstitucional.

Por su parte, la Fundación Nacional Francisco Franco emitió otro comunicado en el que acusó al Gobierno, personificado en su delegada en Madrid, de “jugar sucio” y haber “vulnerado el derecho fundamental a la reunión al prohibir” la concentración en El Pardo a la que ayer llamó para, según sus palabras, “despedir al Generalísimo Franco”.

Esto, añade, les “obligó a tener que desconvocar, ante la amenaza de represalias hacia esta Fundación, el llamamiento para acompañar la reinhumación con rezos”. Después de desconvocado, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid admitió hoy el recurso de la Fundación contra esta prohibición, que anuló, precisamente, por "vulnerar el derecho de reunión".

La Fundación asegura que “en todo momento, respetando la ley, se ha opuesto a los actos sectarios del Gobierno de Pedro Sánchez y de su mandada, la delegada de gobierno en Madrid, que con un informe 'ad hoc' impidió a la familia enterrar a su abuelo, el salvador de la Patria”, en la cripta de la catedral de La Almudena.