Así se pronunció desde Barcelona, a donde se desplazó para agradecer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado su labor para preservar el orden público y las libertades de todos los catalanes y para interesarse por el estado de salud de los agentes heridos, en especial del que “se debate entre la vida y la muerte por ser agredido de forma terrible y cobarde por parte de los violentos”.

Fuentes populares denunciaron que Casado tenía permiso de la Delegación del Gobierno para entrar en la Jefatura Superior de Policía de Cataluña y que no se le ha permitido la entrada. “Simplemente quería saludar a los agentes”, explicaron desde Génova, y precisaron que la única razón que se les dio fue la ausencia del comisario jefe.

Casado volvió a reclamar que la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos y la Guardia Urbana tengan a su alcance “todos los medios materiales y toda la previsión de apoyo de efectivos” para llevar a cabo una labor “fundamental en la defensa de la democracia”. Por ello, exigió que el Gobierno en funciones ponga en marcha “todas las medidas legislativas oportunas para intensificar los operativos”.

En concreto, pidió que la Guardia Civil destacada en el puerto pueda participar de estas labores contra los disturbios ocasionados por “violentos radicales” y que se tomen ya medidas legislativas que permitan “unificar el mando en el Ministerio del Interior”. Se refirió a los comunicados de sindicatos policiales y a las denuncias de algunos policías que “ven cómo hay una mala coordinación en alguno de los cruces y que se han visto obligados a tener que retirarse por la virulencia de los manifestantes radicales”.

Casado también aludió a “los vídeos de policías recogiendo pelotas de goma del suelo y diciendo que les estaban mandando a un riesgo cierto de que pudieran incluso perder su vida”. Abundó en que esto “no se puede tolerar en una democracia como la nuestra y con unos cuerpos policiales tan profesionales como los que tenemos”.

Asimismo, prometió su apoyo al Gobierno en todo lo que implique garantizar el orden público y las libertades en Cataluña, incidiendo en su petición de que “se garantice de forma efectiva e inmediata el orden, la legalidad, la seguridad y la libertad” en las calles de Cataluña. Para ello volvió a emplazar a Sánchez a aplicar la Ley de Seguridad Nacional y le urgió a enviar al presidente de la Generalitat, Quim Torra, el requerimiento previo a la activación del artículo 155.

Igualmente, instó a Sánchez a coger el teléfono a Torra para decir que “rompe” los acuerdos del PSC con los partidos independentistas en la Diputación de Barcelona y en 40 ayuntamientos de esta comunidad autónoma. Subrayó que el presidente catalán “no puede seguir al mando de una fuerza armada como los Mossos”.

En este punto, Casado volvió a defender que “hay que sacar el supuesto de violencia del delito de rebelión” para evitar que el ordenamiento jurídico esté “desarmado” para que los jueces cumplan su labor. En este sentido, valoró que “la próxima rebelión no será con armas, sino probablemente digital”.

“Igual que la rebelión que se juzgaba en 1981 era cometida por fuerzas fuera de las instituciones y armadas, lo que hemos visto en esta sedición ya juzgada en el 1-O es que fue desde dentro de las instituciones, la propia Generalitat, y no necesariamente con esos responsables empuñando armas”, señaló.

“¿La próxima qué será?”, se preguntó el presidente de los populares, para responderse a sí mismo que “a lo mejor” se produce una futura rebelión a través de la administración electrónica. En base a ello defendió otra vez que se introduzca el delito de rebelión impropia para que los jueces cumplan con su labor y puedan determinar las penas en base a la ley.

Por último, respondió al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que “vivimos en un Estado de Derecho y quien mete en la cárcel son los jueces”, mientras que los políticos deben dar “herramientas” a la Justicia para que pueda hacer sentencias de acuerdo “a las realidades sociales” existentes. Casado lanzó esta advertencia después de que el líder de Cs dijese ayer que quiere ser presidente para “meter en la cárcel a los que intenten romper nuestro país”.