La carrera fue presentada esta semana en el Ayuntamiento de San Sebastián por el presidente territorial de ONCE Euskadi, Rafael Ledesma; el director de la ONCE de San Sebastián, Roberto Doval; la concejala delegada de Acción Social del Ayuntamiento de Donostia, Aitziber San Román y la diputada foral de Políticas Sociales de Gipuzcoa, Maite Peña.

"La carrera de cascabeles de Donostia cumple este año su mayoría de edad", destacó Ledesma, quien añadió que “se trata de una prueba simbólica, donde no hay clasificatorias ya que ganan todos los participantes por el simple hecho de atreverse a ponerse un antifaz y correr durante unos minutos a ciegas de la mano de su guía".

"Se trata de que los donostiarras se pongan en la piel de las personas ciegas y durante un rato experimenten lo que nosotros vivimos a diario”, aseveró Ledesma.

La diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, subrayó la “enorme labor” que realiza la ONCE en la construcción de una sociedad “cada vez más inclusiva”, y mostró su apoyo en la labor “conjunta” que realizan las diferentes instituciones y agentes en garantizar la igualdad de oportunidades de todas las personas.

“Seguiremos avanzando de la mano para construir, desde la diferencia, una sociedad cada vez más igualitaria; porque una sociedad inclusiva significa reconocer el valor de la diferencia, el respeto a la diversidad y el reconocimiento de las necesidades específicas que tienen algunas personas”, concluyó.

Por su parte, la concejala delegada de Acción Social, Aitziber San Román, añadió que la carrera es “una oportunidad que la ONCE, año tras año, nos da de ponernos en la pìel de las personas con discapacidad visual". "Gracias a este acto, podemos conocer de primera mano algunos de los obstáculos a los que se enfrentan a diario las personas con discapacidad visual; conocerlos y sentirlos. Pero es que además, la carrera de cascabeles demuestra que quienes se enfrentan a esas situaciones además de superarlas, son capaces de guiar a otras personas a hacerlo. Un ejercicio de gran generosidad”, destacó.

Para realizar la experiencia de correr a ciegas, es necesario que los participantes lo hagan en parejas, unidos mediante un testigo o cuerda, llevando uno de ellos un antifaz. Y todos los corredores portarán un cascabel de manera simbólica y como señal auditiva para las personas ciegas.