El principal receptor de migrantes venezolanos es Colombia, que acoge a 1,5 millones aproximadamente, ya sea con intención de permanecer en el país o en tránsito. Según la ONG, los nuevos requisitos de entrada impuestos recientemente por otros países de la región, como Perú, Chile y Ecuador, han provocado un importante aumento en el número de migrantes que se ven obligados a permanecer en Colombia ante la imposibilidad de cruzar legalmente a terceros países.

Esta situación ha complicado la situación en las zonas fronterizas, donde los sistemas de atención a la población migrante se han desbordado. Los servicios sociales, de salud o educativos también están saturados.

Se estima que en Colombia hay 320.000 niños venezolanos en situación de riesgo. Los menores representan uno de los grupos más vulnerables en esta crisis humanitaria, sobre todo los que viajan sin la compañía de adultos, aquellos que se quedan solos en casa mientras sus padres trabajan o buscan empleo y los que se ven obligados a trabajar con ellos en las calles.

Además, la situación irregular de los menores indocumentados les impide acceder al sistema de educación. Todo ello aumenta el riesgo de abusos, explotación sexual, trata y reclutamiento forzado por parte de grupos armados, indicó Aldeas Infantiles.