Desafío secesionista
Rajoy y González culpan al independentismo del 155 por buscar “un enemigo”
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Los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy (PP) y Felipe González (PSOE) coincidieron este viernes al analizar que fueron los líderes independentistas catalanes los que concibieron a España como “el enemigo” y propiciaron la aplicación del artículo 155 de la Constitución en esta comunidad al desafiar la legalidad vigente.
En la charla ‘Tres miradas sobre España’, en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico, los dos expresidentes compartieron reflexiones sobre la situación de Cataluña y ambos expresaron varios puntos de coincidencia con respecto a la necesidad de los independentistas de tener “un enemigo lo más próximo posible”, en palabras de González.
“En España, el enemigo de algunos era España, la ley y la Constitución”, resaltó Rajoy, para quien “todo el mundo”, y no solo este país, sufre ahora el proceso de “nacionalismos populistas”. “El nacionalista es un señor que se cree que el sitio en el que ha nacido es el mejor del mundo”, remarcó.
Entonces, con sorna, González le dijo que eso mismo acababa de aseverar minutos atrás sobre España, por lo que sería “nacionalista español”, a lo que Rajoy respondió que él no es nacionalista porque no se cree “mejor” que los demás ciudadanos a pesar de que “ama” a España y es “estupenda”.
“Los nacionalistas sí se lo creen y cualquier limitación que se produzca les molesta”, argumentó el expresidente del PP, refiriéndose a que esa limitación bien puede ser la inmigración, el libre comercio o el multilateralismo. “El caso más paradigmático hoy es el Brexit”, analizó.
Así, en base a este análisis de que los nacionalistas buscan “enemigos” para amparar sus actuaciones, consideró que se vive “un momento de coyuntura malo en este sentido”. Ya mentando explícitamente a Cataluña, Rajoy recordó que “no es la primera vez que se producen acontecimientos indeseados”.
“¿En la colisión entre sentimientos qué hay?”, preguntó Rajoy, a lo que él mismo se respondió que la ley, pues es “lo que ordena la convivencia”. Por tanto, defendió que “cumplir la ley y las Constituciones es lo que, sin duda, acaba ordenando la convivencia y es lo que procede aplicar en los tiempos en los que vivimos”. “Y no hay otra”, apostilló.
Observó que en este momento “está yendo la cosa, por más problemas que puedan generarse ahora con ocasión de la sentencia, si al final se produce ésta, está yendo a mejor”. “El sentimiento no está por encima de la ley al igual que el derecho a decidir es un eufemismo”, añadió poco después el anterior presidente del Gobierno.
Recordó que durante su mandato, “por primera vez en la historia de España, se aplicó el artículo 155, se cesó a un Gobierno autonómico, se disolvió un Parlamento autonómico y se convocaron elecciones". Aunque “a ninguno nos hubiera gustado (aplicarlo), estaba ahí el 155”, prosiguió Rajoy, justificando así que se tomaran decisiones políticas con las que “quedó claro que la democracia española tiene instrumentos para defenderse cuando es atacada”.
González coincidió con Rajoy en que “el 155 es un artículo de aplicación excepcional, tan excepcional que nunca se aplicaría si los responsables autonómicos cumplieran con su deber de lealtad institucional y de representación territorial”. De tal forma que “la excepcionalidad no es la aplicabilidad, si no la deslealtad con las reglas de juego constitucionales y estatutarias”. Refiriéndose al independentismo en segunda persona, sentenció: “Usted está invocando que le apliquen el 155”.
El expresidente socialista diagnosticó que tener “un enemigo lo más próximo posible” es “el germen de todo el discurso nacionalista”, y describió a España como “un país plural y diverso, plural en las ideas y diverso en los sentimientos de pertenencia”, pero negando a éstos ninguna pertinencia jurídica. “¿Los sentimientos son derechos? No, son sentimientos”, se preguntó y respondió.
En esa línea, dijo estar dispuesto a aceptar que Cataluña o el País Vasco son naciones siempre y cuando los nacionalistas de allí “estén dispuestos a aceptar que España es una nación, con un demos”, y por tanto un sujeto político autónomo. Y advirtió de que “apelando al pueblo por encima de la ley han empezado todas las tiranías que en el mundo han sido”.
El expresidente socialista reconoció, eso sí, “cierto fracaso de la política cuando todos estamos pendientes de lo que decida el Tribunal Supremo” en el juicio a los líderes del proceso independentista catalán, “no por si será o no discutible lo que decida, sino por la dimensión política de lo que decida”. Esto, constató, no es responsabilidad del juez Marchena, a quien reconoció que “ha llevado el juicio impecablemente”.
(SERVIMEDIA)
04 Oct 2019
MFN/KRT/pai