La reserva hidráulica nacional encadena así 19 semanas a la baja después de que a mediados de mayo llegara al máximo anual del 60,7%, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica recogidos por Servimedia.

Posteriormente, ha ido descendiendo hasta situarse este martes en un 41,7%, a pesar de que las precipitaciones afectaron considerablemente a toda la península, con el valor máximo producido en Lugo (62,4 litros por metro cuadrado).

La serie estadística del departamento dirigido por Teresa Ribera, que comienza en 1990, refleja que el agua embalsada en España al inicio del otoño llegó a su máximo histórico en 2013 (67,7%), seguido de 2010 (66,2%) y 2014 (62,9%). El año más seco en los embalses fue 1995 (26,4%).

La reserva hidráulica nacional llegó al 39,2% en el comienzo otoñal de 2006 y desde entonces sólo 2017 ha sido más seco que 2019. En esta última semana, la reserva hidráulica descendió en 415 hm3.

Los niveles más altos de agua embalsada en la actualidad corresponden al Cantábrico Oriental (74,0%); el Cantábrico Occidental (67,6%); las cuencas internas del País Vasco (66,7%); Galicia Costa (65,6%); Tinto, Odiel y Piedras (65,1%); el Miño-Sil (64,3%); las cuencas internas de Cataluña (58,2%), y la cuenca mediterránea andaluza (52,7%).

Por debajo de la mitad de la capacidad total están el Ebro (48,7%), el Guadalete-Barbate (47,4%), el Duero (42,7%), el Guadiana (38,9%), el Guadalquivir (35,8%), el Tajo (34,9%), el Júcar (30,5%) y el Segura (27,6%).