Elecciones generales
Casado se lanza a por “la España razonable” y avisa a Cs del efecto “letal” de la desunión
- Advierte a Cs de que “no hay posibilidad alguna de sustituir al PP”
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El presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado, se marcó este lunes como objetivo que su formación “actúe como la gran plaza mayor de la España razonable” porque entiende que hay que “unir para ganar” a la izquierda, recado que hizo llegar a Ciudadanos al advertir de que las consecuencias de la división son “letales” para España.
En su discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional, Casado manifestó que “no hay posibilidad alguna de sustituir al PP como cerebro, corazón y pulmón del centroderecha español”, porque las urnas en las pasadas elecciones del 28 de abril ya dieron por “zanjado” este debate a pesar de las pretensiones de Cs de ocupar el liderazgo de la oposición.
Recalcó que su deseo es “un PP más ampliado, más popular, menos partido, integrador y reconocible por moderado y responsable”. Dirigió este mensaje a sus votantes y “especialmente” a aquellos que se han alejado de sus siglas en los últimos años y que está seguro de que conocen ya las diferencias entre "la política seria" y "la imprevisible”.
“Debemos hacer un nuevo esfuerzo para dar visibilidad, influencia política real y presencia pública a la España razonable y generosa que hoy no dispone de una representación ajustada ni a su verdadera magnitud ni a sus verdaderas aspiraciones”, indicó el líder de los populares, para quien “el problema” es la desunión política de la inmensa mayoría que ama a España.
Así, llamó a buscar “un nuevo punto de encuentro” de esa “gran mayoría” que se puede encontrar en la derecha y en la izquierda. En un momento en el que “el impulso cívico de la Transición se está agotando”, explicó que su intención es “liderar una mayoría centrada” que antepone los intereses de España a un “sectarismo egoísta”.
OLA DIVISIVA
Hizo autocrítica al reconocer que “el centroderecha español no ha sabido oponerse eficazmente” a la “ola divisiva” fomentada por “los radicalismos y las discordias”. “Es más, ha caído en su propia división, que lo ha debilitado y lo ha situado muy lejos del Gobierno”, lamentó el líder nacional de los populares ante la plana mayor del PP.
“Probablemente no supimos estar atentos a los sentimientos de millones de españoles perjudicados por la crisis, a pesar de estar volcados en evitar que se nos impusieran medidas de ajuste aún más duras para ellos”, asumió, y también aludió a los “comportamientos muy apartados de la ejemplaridad pública”, con la que hay que mantener un compromiso “absoluto” y “mucho más activo y vigilante”.
Para lograr un cambio, Casado pidió “pasar de la nostalgia y del lamento a la práctica” e incidió en que “hay que hacer política para ganar”, lo que a su juicio necesariamente implica “unir en las urnas un voto que ideológicamente puede no ser idéntico pero que es mayoritario en su anhelo de libertad, solidaridad y en su deseo de restaurar la convivencia entre españoles”.
“La unidad del voto, como la existencia misma de un partido político, es siempre la consecuencia de un trabajo de fondo y sostenido, destinado a forjar consensos sociales alrededor de lo que una mayoría considera lo más importante para el país, y hemos abandonado esa tarea mucho más de lo que nos podíamos permitir. Debemos rectificar”, afirmó.
Se refirió así a que “los trabajosos acuerdos que finalmente se han podido alcanzar en algunos ayuntamientos y comunidades no pueden ocultar el hecho de que el centroderecha ha perdido una parte muy significativa del apoyo que tenía, ha perdido también coherencia y capacidad ejecutiva real y, sobre todo, no ha podido constituirse en una opción de gobierno para España”.
En esta situación, como ya hiciera en la anterior campaña electoral, volvió a advertir de las consecuencias “letales” de esta división del centroderecha en las urnas. Aunque sin nombrar explícitamente a ‘España Suma’, sí habló de las fórmulas abiertas de convergencia electoral que ha ofrecido y que “han sido rechazadas nuevamente y sin matices por las fuerzas políticas” situadas a su alrededor.
PARÁLISIS
“Creo, sinceramente, que en este momento sus prioridades se han alejado mucho de las de los votantes”, sentenció tras la negativa de Cs a coaligarse electoralmente bajo el paraguas de España Suma. “¿Qué sentido ha tenido destruir la unidad de voto alrededor del PP? ¿Qué sentido tiene mantener la fractura electoral empobrecedora y paralizante que se ha producido en el último año y que ha trabajado a favor de quienes quieren profundizar en nuestra división?”, se preguntó.
“No todos somos iguales”, reconoció, y se remitió a su propio partido aunque para recalcar que la política democrática consiste en “superar divisiones y en construir acuerdos, dentro de los partidos y entre partidos”. “Que no seamos iguales no puede significar que permanezcamos esclavos de nuestras diferencias”, se reafirmó.
Esta fractura, avisó Casado, constituye “uno de los errores políticos más graves de la historia del liberalismo y del conservadurismo español”, ya que “no se puede invocar patriotismo alguno capaz de justificar un comportamiento que produce un resultado tan dañino” y que implica que España esté “en manos” del líder socialista, Pedro Sánchez.
“Si el precio de mantener una diferencia es que España quede en manos de un Gobierno como el que hemos padecido, entonces es que esa diferencia no merece ser defendida”, insistió el líder del PP desde el convencimiento de que ha de abordarse “sin reservas y sin disculpas” el problema de la división del centroderecha trabajando “desde dentro del partido, con los demás partidos y, sobre todo, fuera del partido, con los electores”.
Reclamó a los suyos que expliciten “el coste de la división” y “del abandono de la casa común” para que el electorado entienda que “no es posible ayudar a la unidad de España mientras se trabaja contra la unidad del voto razonable del que depende el futuro” del país. “Tendremos que ser generosos, pacientes, inteligentes y todo lo que sea necesario para llevar adelante esa tarea, pero esa es la tarea política esencial en este momento y es la que yo personalmente me he fijado como objetivo prioritario”, sintetizó.
Como colofón, Casado incidió en que no se puede votar para “volver a los años 80, con un socialismo que gana y arruina a España” y todo por el hecho de que “su alternativa está dividida y es incapaz de ofrecer un proyecto sólido para crear empleo de verdad, generar auténticas oportunidades, movilidad social, asegurar el bienestar y defender la ley”.
(SERVIMEDIA)
23 Sep 2019
MFN/gja