En la segunda sesión del debate de investidura, Esteban ironizó con el "mundo al revés" en el que se ha convertido el hemiciclo, ya que escuchar al líder de Vox, Santiago Abascal, parafrasear a Miguel de Unamuno para defender sus posiciones "es impresionante".

Reconoció que, como decía el general George Patton, pensó que la presión podría "hacer diamantes" y que el clima político provocaría que finalmente habría acuerdo, pero "me confieso decepcionado". Reprochó al PSOE que haya "dejado pasar demasiado el tiempo" antes de negociar, y que no haya "buscado complicidades de otra manera". A Unidas Podemos les dijo que el cielo "se conquista de nube en nube" pero no "al asalto".

Esteban subrayó que Unidas Podemos no ha gestionado nunca en el Gobierno del Estado y ha planteado políticas que "chocarían con una mayoría muy amplia" del Congreso, por lo que emplazó a sus dirigentes a "ir ganando posiciones" generando confianza a su alrededor. De hecho, dijo a Iglesias, "su tozudez" ha estado a punto de generar una quiebra interna que finalmente no se visualizará por la abstención de todo el grupo.

Si el problema se reduce a las políticas activas de empleo, dijo con cierta ironía en referencia a la propuesta lanzada por Iglesias en su intervención, debería haber un acuerdo aunque no sea "aquí y ahora". Siempre, insistió, que realmente el problema "se reduzca a eso". Parafraseó a continuación una colaboradora que antes del debate le dijo "hace unos meses el problema era el relator, ahora el problema es el relato".

"Me niego a pensar" que el acuerdo no sea posible ahora o en septiembre, o en agosto, apuntó, pero en todo caso pidió "no arrojar la toalla" y hacer una reflexión conjunta sobre los motivos por los que no ha sido posible el acuerdo. La intención del PNV siempre ha sido "facilitar" esa investidura, aseguró, y se abstendrá en la segunda votación "con la esperanza" de que todas las partes aprendan del fracaso y sigan negociando.