Ambas entidades colaboran para identificar las mejores prácticas en materia de seguridad, eficiencia y sostenibilidad de operaciones, mejorar el crecimiento mutuo de la operativa entre pilotos y controladores y fomentar la colaboración y la transparencia del sector aeronáutico a través de la difusión pública de los resultados.

Los controladores y colegiados de las dos compañías serán observadores que obtendrán datos reales a partir de los que se identifiquen facilidades o dificultades el vuelo desde los parámetros de seguridad, eficiencia y movilidad sostenible.

Estas observaciones, con una media de 7.000 al año, analizarán las operaciones gestionadas en áreas de alta densidad de tráfico aéreo, próximas a los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Palma, Málaga y Gran Canaria.

Esta evaluación se llevará a cabo a través de informes que serán enviados al Comité de Revisión de Eventos (CRE), que se encargará de extraer conclusiones y determinar acciones de mejora.