Así respondió en un encuentro con periodistas mediante videoconferencia con motivo de la presentación en castellano de su libro ‘La crisis catalana, una oportunidad para Europa’, organizado por la editorial Librooks y la librería Blanquerna, cuando se le planteó si intentará ser el interlocutor de Sánchez de cara a la investidura.

En primer lugar, Puigdemont dejó claro que “no ha habido ningún intento ni hay ningún intento directo o indirecto de Sánchez” de ponerse en contacto con él, aunque en su casa de Waterloo tiene “la puerta abierta” a quien quiera acudir a “intercambiar opiniones” o defender las suyas. “Esto no ha pasado; yo lo lamento”, recalcó.

Sin embargo, de cara a los contactos previos a la investidura, el expresident fugado de la Justicia señaló que él no es el interlocutor y las conversaciones, de haberlas, tendrán que ser con el grupo parlamentario de Junts. “El interlocutor es Jordi Sànchez y está en Soto del Real [en la prisión]”, añadió.

Defendió de esta manera que el presidente del Gobierno en funciones debería dirigirse a Sànchez, a pesar de estar encarcelado, para conocer cuál va a ser la actitud de Junts en el Congreso ante la investidura. “Yo no aspiro a ser ese interlocutor, no debo serlo. Quien tiene derecho es Jordi Sànchez y espero que le respeten ese derecho”, insistió.

SÁNCHEZ, “CONTRADICTORIO”

Además, Puigdemont juzgó “bastante contradictorio” que el líder socialista, “que debe estar buscando apoyos para la investidura y no se cansa de decir que apuesta por el diálogo”, ahora cierre la puerta a reunirse con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, para tratar la situación de los presos.

Defendió que la petición de este encuentro de “la primera autoridad” de Cataluña “entra perfectamente en los marcos constitucionales” y afeó a Sánchez que presuma de estar “tan encariñado con el concepto de diálogo” y cierre la puerta “a la primera propuesta” que recibe en este sentido. “Es un poco contradictorio”, arguyó.

No obstante, reconoció que tiene “muchas ganas” de escuchar a Sánchez comparecer ante el Congreso para intentar recabar los apoyos que le permitan ser investido presidente del Gobierno. “Le hemos visto hacer y decir cosas muy contradictorias”, se reafirmó, y por ello consideró que habrá que esperar hasta este discurso para ver qué agenda política plantea para España y para Cataluña en los próximos años.

“No sabemos qué Sánchez nos vamos a encontrar”, subrayó Puigdemont, y defendió en base a ello que primero habrá que escucharle y después decidir. Remarcó que su interés es “descifrar más allá de eslóganes o voluntades abstractas de diálogo” cuál es su mensaje para con Cataluña a futuro.