Discapacidad

Autismo Sevilla exige a las autoridades educativas extremar los controles para evitar casos como el de la alumna con TEA de un colegio de Dos Hermanas

- Ha pedido una reunión "urgente" con el consejero de Educación, Javier Imbroda

Madrid
SERVIMEDIA

El director general de Autismo Sevilla, Marcos Zamora, exigió este miércoles “mucha más vigilancia” por parte de la administración sobre el trabajo que se desarrolla en las aulas específicas para alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA), después de que la familia de una niña de siete años, alumna del CEIP 'Cervantes' de la localidad de Dos Hermanas (Sevilla), haya presentado una querella por un supuesto trato vejatorio hacia la menor por parte de cuatro docentes.

En declaraciones a Servimedia, Zamora, que ha solicitado una reunión “urgente” tanto con la Delegación de Educación en Sevilla como con el consejero del ramo, Javier Imbroda, instó a la comunidad educativa a establecer los “mecanismos y dispositivos necesarios para estar hipervigilantes ante estas situaciones” y lamentó que “estemos en junio y nadie haya podido detectar antes esta situación”.

“Esto invita a preocuparse, porque el sistema no está siendo capaz de detectar este tipo de circunstancias”, añadió, para, a continuación, señalar que, “por sus dificultades y el reto que suponen”, los niños con autismo “están expuestos a una mayor vulneración”, por lo que exigió a la administración que sea “mucho más vigilante” para evitar casos como este así como un aumento de las inversiones para contratar a profesionales “formados y con garantías de que dan una respuesta especializada”.

El director general de Autismo Sevilla aseguró que la grabación y posterior denuncia de estos hechos por parte de esta familia ha “acelerado” el proceso administrativo que ya iniciaron los padres de varios compañeros de esta menor para informar del caso al inspector de zona ante la “sospecha de que algo debía estar sucediendo en el aula desde hace tiempo”.

“No estaban conformes con lo que estaba sucediendo porque sentían que, de alguna manera, la situación educativa de sus hijos en el aula no era la adecuada puesto que estaban menos motivados y no iban a gusto al colegio”, abundó al tiempo que destacó que para estas familias “es muy difícil saber si su hijo está sufriendo por un abuso o un episodio de maltrato porque no son capaces de comunicarlo”.

Tras precisar que esta aula a la que acudía la menor de siete años no estaba catalogada como aula específica de autismo por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, Zamora puntualizó que la asociación tuvo conocimiento de esta circunstancia a través de una socia que tiene a un hijo matriculado en el mismo centro y que denunció que en el aula “no se estaban cubriendo las necesidades de los alumnos”.

Para Zamora, aunque es “totalmente denunciable y cuestionable” la actitud de la profesora investigada, “afortunadamente” esta denuncia es “una gota en el océano”, a pesar de que, a su juicio, “evidencia” el “complejo reto” que representa la educación de los niños autistas, que “supera” a algunos profesionales dada la necesidad de “especialización, apoyo y seguimiento” que requieren. “No se puede dejar al albur de una maestra en un centro”, espetó, al tiempo que abogó por la “vía conciliadora” para resolver el caso y que quede en un “caso anecdótico pero sirva para identificar lo que no está funcionando así como posibles soluciones”.

(SERVIMEDIA)
05 Jun 2019
MJR/gja