En su escrito, la Fiscalía recuerda que el acusado ya fue condenado en 1981 como autor de un delito de homicidio a la pena de 10 años de prisión. Hace hincapié, además, en que padece alteraciones psicopatológicas y en que está incapacitado en virtud de una sentencia dictada en 2007 en la que se le sometía a la tutela de la Agencia Madrileña de Tutela de Adultos (AMTA), que ejercía el deber de control a distancia, “toda vez que decidieron que el acusado residiera en una casa de huéspedes, en lugar de estar internado en un centro o establecimiento adecuado para su control y vigilancia, dados los antecedentes de peligrosidad del acusado”.

El representante del Ministerio Público señala que, sobre las 14.10 horas del 21 de julio de 2016, Pedro Ruiz mantuvo una discusión con el propietario de la casa de huéspedes donde residía, al término de la cual se abalanzó sobre la víctima, que tenía 80 años, con una navaja en una mano y un cuchillo de sierra en la otra, “con ánimo de causarle la muerte”, y le propinó una puñalada en el pecho.

Poco después, el acusado clavó el cuchillo a otras dos personas: a la primera lo hizo a la altura del estómago, causándoles unas heridas que “habrían provocado su muerte de no haber intervenido de urgencia”, y a la segunda le asestó una cuchillada en la boca que le provocó heridas superficiales.