Lo hizo en el acto central de campaña de Más Madrid en el Madrid Arena, en el que a uno de sus concejales, Pablo Soto, se le escapó un “Sí se puede” pese a que él es independiente y el resto de sus compañeros están suspendidos cautelarmente de militancia del partido.

La alcaldesa, que antes de la referencia a la diputada del PP había tenido un emocionado recuerdo a sus compañeros abogados laboralistas de Atocha a quienes no les permitieron disfrutar la suerte de envejecer como ella, dijo tener “la enorme dicha de vivir en un país en el que tenemos una Seguridad Social que garantiza y hace posible la vida”.

Presumió de que los mayores son “superadultos” por su experiencia y acusó de que “quien plantee que no tienen sitio en el protagonismo de la vida los mayores, están privando al país” de una riqueza.

Declarándose contraria al “viejismo, al edadismo, a cualquier exclusión”, Carmena cerró el acto con un poema del poeta brasileño Mario Andrade que, entre otras cosas, decía que al llegar a ser anciano se daba cuenta de que no tiene “tiempo para soportar a personas absurdas”, aunque la alcaldesa ya no citó expresamente a nadie.