Juicio Procés

Un votante del 1-O: “Las urnas aparecieron, no sabemos cómo”

- Los testigos defienden el trabajo de los Mossos d’Esquadra y definen la jornada como “festiva” y “pacífica” donde no intervino la Guardia Civil ni la Policía Nacional

- Marchena recuerda a los testigos que dicen que contestan a Vox por “imperativo legal” que todo en el juicio es así

MADRID
SERVIMEDIA

Doce ciudadanos, votantes el 1-O, declararon como testigos este miércoles, en la sesión matutina, ante la sala del Tribunal Supremo que juzga el ‘procés’. Aseguraron que fue una "sorpresa" llegar al centro de votación y ver que “estaba todo organizado”: “Las urnas aparecieron, no sabemos cómo”, dijo uno de ellos. Asimismo, defendieron que los Mossos d’Esquadra trataron de impedir la votación. Según los testigos, lo hicieron de forma “pacífica” y no hubo “violencia” por parte de los agentes de la policía autonómica.

Ante el tribunal que juzga a los líderes del independentismo por la convocatoria y celebración del referéndum del 1-O, estos 12 ciudadanos que votaron en diversos centros de Cataluña defendieron la labor de los Mossos d’Esquadra, pese a que no les dejaron acceder al centro para la votación. A diferencia de los vecinos de las localidades donde intervino la Policía Nacional y la Guardia Civil, los votantes de esta jornada aseguraron que por sus centros no pasaron agentes de estos cuerpos, por lo que la jornada fue “pacífica” y “festiva”.

Sobre el material electoral, destacaron que no sabían quién lo llevó a los centros de votación. Carles Valls, votante en Els Hostalets de Balenyà (Barcelona), aseguró que “las urnas aparecieron, no sabemos cómo”, de modo que se organizaron para celebrar la votación. “Hicimos allí un acto de dignidad”, resaltó.

Los mossos estuvieron desde las 8 de la mañana en la puerta, dijo, pero reconoció que cerraron el centro y levantaron acta “cuando se había marchado toda la gente”. “Supongo que entraron cuando pudieron entrar”, agregó. La puerta, resaltó, “se vacía sobre las 20 horas, antes era imposible acceder, había 200 personas, todo el pueblo estaba allí”.

Isabel Castell votó en la Sènia (Tarragona) y afirmó que no sabía quién llevó el material. “Todo el mundo se quedó muy sorprendido, fue toda una sorpresa llegar a los colegios y ver que había llegado el material, que estaba todo organizado”, comentó. Asimismo, rechazó saber quién abrió los colegios y lo atribuyó a la “movilización social”. Esta testigo, como el resto, apuntó que los mossos acudieron a los centros a impedir la votación, pero “la gente dijo que no, que era un derecho democrático”.

Esta fue la línea del testimonio de Marga Borrás, votante en una localidad cercana a Tarragona, quien aseguró desconocer quién llevó el material electoral al centro. Según explicó, participó en las actividades del día anterior al referéndum. “Fue todo organizado por la gente del pueblo”, aseguró. Allí acudió una patrulla de los Mossos para advertirles de que el domingo el colegio tenía que estar cerrado. El 1-O, cuando acudieron de nuevo al centro, detalló, la policía autonómica informó de que actuaba bajo mandato judicial y de que tenían que cerrar el centro, pero todavía había gente durmiendo y desayunando, así que regresaron más tarde. En ese momento, ya no pudieron acceder al centro por el elevado número de personas que había allí concentradas.

A su juicio, los mossos “únicamente hubieran podido entrar con violencia”, ya que hubo momentos en los que había aproximadamente 300 personas congregadas en la puerta. “Se concentraban cuando venían los mossos y no les dejaban pasar”, apuntó a preguntas de la Fiscalía. Esta manera de actuar, reconoció, no se produce en unas elecciones normales, ni ocurrió en la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014.

“RECHAZO A LA EXTREMA DERECHA”

Por su parte, Agustí Valls, votante en otra localidad de Tarragona, incidió como el resto de testigos en que durante la jornada los mossos acudieron tres o cuatro veces para impedir la votación, pero “al no dejarles pasar, siempre pacíficamente, se retiraban”.

En esta misma línea testificó Antoni Sala, quien recordó que los mossos “intentaron entrar tres o cuatro veces (en un colegio de Lleida), pero no pudieron”, y a pesar de ello, “fue todo muy pacífico, con un carácter festivo”. También Alfonso Barceló, que votó en la localidad de Alforja (Tarragona), dijo que “era imposible por las colas para votar y por las actividades que se realizan en el centro, estaba lleno de gente, era imposible acceder”, aseguró sobre los mossos.

Otro testigo, Josep Lluís Torres, votante en el centro educativo Cor de Maria Sabastida de Barcelona, defendió que “la actitud de la gente fue normal, estaba expectante, ilusionada por ejercer la parte que le correspondía de soberanía popular”, pese al “temor” causado por las noticias que llegaban de otras localidades. Finalmente allí no intervinieron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque sí los Mossos, quienes, según el testigo, acudieron cada hora, pero no pudieron entrar.

También declaró Joan Torres, quien aseguró que “era uno de los días más especiales de nuestra vida”. En el centro de votación se personaron los mossos, pero no hubo “ningún incidente”, subrayó. “Cuando llegaron informaron y les dijimos que no les dejaríamos pasar, que intentaríamos impedirlo pasivamente y pacíficamente”, explicó.

Este testigo solicitó declarar en catalán, pero el presidente de la sala, Manuel Marchena, le recordó que “todo en este acto está reglado, incluso donde usted se sienta, una de las cosas es que este acto se desarrolle en castellano, por más respeto que le tengamos a la lengua catalana, de modo que usted tiene que hablar en castellano”, concluyó el magistrado.

Posteriormente, en el turno de preguntas de la acusación popular, ejercida por Vox, el testigo indicó que respondía por “imperativo legal”, ante lo que Marchena le dijo que “todo lo que está pasando aquí es por imperativo legal, todo lo que está sucediendo aquí es por imperativo legal, pero si usted quiere subrayarlo hace muy bien”. Este episodio se repitió en otras dos ocasiones cuando los testigos afirmaron que respondían a Vox por imperativo legal, por su “rechazo absoluto a las ideas de la extrema derecha que representa Vox”.

MARCHENA REPRENDE AL FISCAL MORENO

Jordi Vidal votó en Vic (Barcelona) y estuvo en el centro de votación desde las 7 de la mañana. “Allí no hubo Policía, ni Guardia Civil. Los mossos hicieron un intento de acceder al centro de votación, había muchísima gente y no pudieron acceder, me consta que intentaron mediar, pero finalmente desestimaron el acceso al local”, dijo.

Aquella jornada, a su juicio, fue “la máxima expresión de un día de votación normal y corriente”. Durante su testifical, el presidente de la sala, Manuel Marchena, reprendió al fiscal Jaime Moreno cuando le preguntó al testigo si había votado sí en la consulta. “No podemos preguntarle al testigo qué es lo que votó o no”, sentenció el magistrado, solicitando otra pregunta.

Guillen Galcerán, quien participó como apoderado en un colegio de Badalona, explicó que una pareja de Mossos se acercó al centro para comprobar que estaba cerrado. Sin embargo, se quedó allí con otras personas para informar a la gente de que podían votar en otros centros porque había censo universal. Por su parte, Joaquin Maria Palau, que votó en el centro de educación Folch i Camarasa de Barcelona, explicó que decidieron que, al ser un colegio de educación especial con material específico para niños con discapacidad, si llegaba la Policía “se franquearía el paso”, pero no se personaron.

María Rosa Arboix votó en Lliça de Vall, donde a las 17.30 horas decidieron cerrar el centro ante las noticias “muy temibles” que llegaban de otras localidades. Entonces “los mossos cerraron el colegio”, antes no habían podido. “Vi que sellaban la puerta para que no entrara nadie más”, comentó. La sesión se reanudará a las 16.00 horas.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2019
ICG/caa