Defensa propone una ruta por sus castillos y fuertes

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Una veintena de recintos amurallados, ciudadelas, torres, fuertes, fortines y castillos son propiedad, en solitario o compartiendo responsabilidades a través de consorcios, del Ministerio de Defensa. La mayoría de ellas pueden ser visitados y ofrecen un curioso recorrido histórico cultural.
Estas edificaciones tenían como función principal vigilar y defender el territorio sobre el que se asentaban de ataques enemigos. Muchas de ellas han desaparecido, pero las que se mantienen en pie acogen museos, archivos o dependencias militares.
La Revista Española de Defensa, en un reportaje recogido por Servimedia, ha realizado un recorrido por la veintena de estas construcciones que pertenecen, en solitario o junto con consorcios, al Ministerio de Defensa.
El Fuerte Alfonso XII o de San Cristóbal, sito en Pamplona, se levantó entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX sobre los restos de un castillo que data del siglo XIII. Tiene una extensión de 180.000 metros cuadrados y su construcción corrió a cargo del comandante de ingenieros José Luis Luna y Orfila, que lo concibió para que estuviera oculto a simple vista.
Con cuatro edificaciones enlazas entre sí, su obra principal es el fuerte viejo y en él destacan el cuartel de gola y las defensas exteriores.
A unos 150 kilómetros, se levanta el Castillo de San Pedro o Ciudadela de Jaca (Huesca), una fortificación que comenzó a construirse a finales del siglo XVI a partir del trazado del ingeniero italiano Tiburzio Spannocchi en el marco de un plan defensivo contra Francia.
Está gestionado por Defensa, la Diputación Provincial de Huesca y el Ayuntamiento de Jaca y acoge el Museo de Miniaturas de Jaca, organiza visitas guiadas y teatralizadas, recreaciones históricas y el proyecto ‘Ecociudadela’ de educación medioambiental.
También es sede del Museo de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales y acoge la Sala de Tropas de Montaña.
Más al este se localiza el Castillo de San Fernando, en Figueras (Girona), considerado, con sus 550.000 metros cuadrados, la plaza abaluartada más grande de Europa y el paradigma de las fortificaciones del siglo XVIII. Se comenzó a construir en 1753 de la mano de Juan Martín Zermeño y se concluyó en el siglo XIX para integrarlo en una línea defensiva contra Francia.
Su gestión corre a cargo de un consorcio compuesto por Defensa, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Figueras y acoge un museo con una importante colección de miniaturas.
ALCÁZAR DE SEGOVIA Y TOLEDO
El Alcázar de Segovia se remonta al siglo XII, concretamente al reinado de Alfonso VIII. No obstante, fueron los Trastámara durante el siglo XV los que ampliaron el conjunto y Felipe II quien le dio su imagen actual.
Está gestionado por un patronato compuesto por autoridades civiles y militares vinculadas a su academia, puesto que en 1874 quedó en usufructo perpetuo del Arma de Artillería del Ejército de Tierra y alberga el Archivo General Militar de Segovia y un museo sobre el Arma de Artillería.
El Castillo de Villaviciosa de Odón (Madrid) data del siglo XV y fue levantado por iniciativa de los condes de Chinchón. Tras ser arrasado, fue reconstruido por Juan de Herrera en 1580. Luego de la restauración borbónica, se rehabilitó y se convirtió en Real Sitio después de que Fernando VI se instalara allí a la muerte de su esposa, Bárbara de Braganza. Actualmente es la sede del Archivo General e Histórico del Aire.
El Alcázar de Toledo es una fortaleza con orígenes romanos, después fue edificada por los musulmanes y reconstruida varias veces, la última de ellas en el siglo XX. Acoge el Museo del Ejército y en su tercera planta se encuentra la Biblioteca ‘Borbón-Lorenzana’ o de Castilla-La Mancha, del gobierno autonómico.
El Castillo de Galeras, a cinco kilómetros de Cartagena (Murcia), fue construido entre 1770 y 1777 durante el reinado de Carlos III bajo la dirección de los ingenieros militares Pedro Martín Zermeño, Francisco Llovet y Mateo Volopich. Esta fortificación no se puede visitar, pero es una de las construcciones que forman parte de la ‘Ruta de las Fortalezas’, una carrera que organizan la Armada y el Ayuntamiento cartagenero.
La Torre del Oro de Sevilla se integró en el recinto amurallado almohade de la ciudad hispalense como torreón de las murallas del alcázar que defendía el puerto y ejercía también de puente de barcas. Se salvó del derribo del tramo de lienzo de muralla próximo y de varias casas contiguas. Acoge el Museo Naval de la Torre del Oro.
El Castillo de San Lorenzo el Puntal, en Cádiz, data de finales del siglo XVI, aunque su aspecto actual surge de la reforma abordada por Rafael Cerezo en 1862. Tuvo importancia para impulsar acciones bélicas contra ingleses y franceses y durante la Guerra de la Independencia fue el escenario de una resistencia de 32 meses contra las baterías de Matagorda y del Trocadero, en manos del enemigo.
CANARIAS Y BALEARES
El Torreón de Gando, en Gran Canaria, se remonta al siglo XIV, pero el edificio actual data de 1740 tras su quinta reconstrucción. Observó las primeras llegadas de navegantes mallorquines para comerciar y evangelizar, el desembarco de los primeros caballos estabulados procedentes de la Península, las rutas hacia América y las incursiones de piratas como Francis Drake. Actualmente es sede de un museo de la historia de la bahía de Gando.
El Fuerte de Almeyda, en Tenerife, se concluyó en el siglo XIX y acoge el Museo Histórico Militar de Canarias, el archivo y la biblioteca histórico-militares de las islas.
El Fuerte de San Carlos, Palma de Mallorca, se construyó entre 1610 y 1612 para defenderse de los ataques de los piratas y alberga un museo militar gestionado por el Ministerio de Defensa, el Gobierno balear, el Consell Insular de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.
La Fortaleza de Isabel II o de la Mola, en Mahón (Menorca) se construyó a mediados del siglo XIX. Está gestionado por un consorcio integrado por Defensa y los ayuntamientos de Mahón y Es Castell, el Gobierno balear y el Consell Insular de Menorca.
Del castillo de la isla de Cabrera se tienen constancia de su presencia en 1410 como plaza estratégica en la defensa de las rutas comerciales que eran objeto de numerosos ataques corsarios. Como toda la isla, forma parte del Parque Nacional Terrestre del archipiélago de Cabrera, es de dominio público, está adscrito a Defensa y su uso está cedido a dicho parque.
‘FORTALEZA PIRATA’
La Fortaleza del Hacho, en Ceuta, se construye en 1773 y acoge el Grupo de Artillería Antiaérea VI, pero se puede visitar previa solicitud a la Comandancia General de Ceuta. En esta ciudad autónoma también se encuentra el Fuerte del Desnarigado, bautizado así por un pirata berberisco que solía recalar en esta costa. Su construcción actual data del siglo XIX y alberga el Museo Histórico Militar de Ceuta, que depende del Centro de Historia y Cultura del Ejército de Tierra, con sede en esta ciudad.
El Baluarte de la Concepción, en Melilla, se construyó en el siglo XVI, tomó su aspecto actual a finales del siglo XVIII y acoge el Museo Histórico Militar de Melilla. La ciudad autónoma también cuenta con el Fuerte de Cabrerizas Altas o el Fortín de la Reina Regente, que forman parte de la línea exterior de defensa de Melilla, y cuya construcción comienza tras la demarcación de la ciudad pactada en el acuerdo firmado con el sultán de Fez en 1859. La primera de las construcciones forma parte del Acuartelamiento ‘Millán Astray’ del Tercio ‘Gran Capitán 1º’ de la Legión; la segunda de ellas está situado en la zona de seguridad de este acuartelamiento y no está abierta al público.
(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2019
MST/ecr