El testimonio de Baena es decisivo, puesto que se trata del mando de la Guardia Civil que firma los informes policiales de la investigación sobre el 'procés' y la organización del 1-O que después sirvieron de base para las instrucciones de las causas en el Supremo, en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona y la Audiencia Nacional.

Su declaración fue aplazada a petición de las defensas, que requerían más tiempo para preparar su interrogatorio y definir la estrategia que van a seguir en relación a este testigo. Los abogados de los 12 acusados cuestionan la imparcialidad de Baena y le identifican con el perfil de Twitter 'Tácito', a través del cual se publicaron mensajes contra líderes independentistas.

La fiscal Consuelo Madrigal le preguntó sobre el papel de los CDR en los episodios violentos. "Nosotros no llegamos a investigar los Comitès de Defensa de la República (CDR). Para nosotros, el objeto principal era investigar la malversación y los delitos que aparecieron después. No aparecía ninguna vinculación con ellos, ninguna inversión de dinero público", aseguró.

Según las investigaciones que dirigió y la agenda 'moleskine' de Josep Maria Jové que le incautó la Guardia civil, el independentismo contaba con que “había que ir incrementando la presión al Gobierno español”. Dentro de ese esquema, relató, “el referéndum tenía que celebrarse sí o sí. Eso aparece en la agenda y en 'Enfocats'", el documento que se considera la hoja de ruta del `proces´.

El testigo se estuvo refiriendo el tiempo transcurrido entre el 19 de septiembre y la aplicación del artículo 155 de la Constitución como “período insurreccional”, pese a las protestas de las defensas. El presidente de la sala, Manuel Marchena, consideró que se trata de una apreciación subjetiva y no un concepto jurídico que, en ningún caso, va a vincular a la sala.

El mando de la Guardia Civil relató que ese tiempo se produjeron actos violentos. Citó en concreto un total de 47 escraches a instalaciones de la Guardia Civil, incluidas casas cuartel. Tan sólo dos de ellos sucedieron antes del 20-S y 43 entre esa fecha y la aplicación del 155. A partir de ese momento se produjo un “cambio radical" en las protestas: "Ahí ya no hay problemas porque no hay llamadas a la movilización de estas asociaciones. Y porque los Mossos d'Esquadra en ese periodo hacen dispositivos de seguridad muy eficaces, que evitan cualquier tipo de incidente”.

Sin embargo, los cortes de carreteras y vías férreas fueron más frecuentes tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución. En concreto, desde el 27 de octubre se contabilizaron según los datos que él maneja un total de "193 cortes de carreteras y vías férreas”.

Haciendo balance, Baena explicó que "el periodo en el que se concentraron más acciones fue entre el 19-20 de septiembre y el paro de país. Aquello era un polvorín. Aquellos días, los policías que tuviéramos el mínimo de responsabilidad, sabíamos que cualquier incidente pequeño podía derivar en una escalada incontrolable. Afortunadamente no fue así, pero es incuestionable que teníamos aquella sensación", concluyó.