Así lo confirmó este jueves a Servimedia Anna López, presidenta de la Asociación de Afectados Dentales España Madrid (Adadem) y una de las impulsoras de la Asociación Nacional de Afectados por iDental (Adafi), quien, no obstante, reconoció que las plataformas implicadas están tratando de “ponerse de acuerdo”.

López agregó que en la última reunión mantenida esta semana por afectados de Cádiz y Madrid en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social solo recibieron propuestas “que luego no se llevan a cabo porque son las mismas que llevan haciendo desde hace casi un año”.

Entre ellas, la promesa de incluir la salud bucodental en la cartera pública sanitaria o la apertura de una oficina de atención a los afectados, lo primero que solicitaron las víctimas “y aún no se ha hecho, a pesar de que es lo más sencillo”, denunció.

“No han hecho nada, lo único que va avanzando es lo que va sacando en auto el juez De la Mata”, admitió López, al tiempo que lamentó que algunas entidades bancarias que financiaron tratamientos a los clientes de iDental “no hacen caso a su instrucción, siguen metiendo a los afectados en ficheros de morosos, exigiendo peritajes para permitir que dejen de pagar y amenazándoles con quitarles su casa”, por lo que muchos están “desesperados”.

Tras precisar que, por todas estas razones, continúan sintiéndose “desamparados”, porque no obtienen “ninguna solución y todo se queda en palabras”, López también criticó que dichas entidades financieras que “acosan” a estas víctimas les proponen concluir su tratamiento en otras clínicas “donde también hay afectados”. “Que intenten tapar tu dolor mandándote a otro sitio donde ya le están haciendo daño a otras personas es una locura”, admitió.

“Nos estamos encontrando a personas que son afectados doblemente, incluso de Institutos Odontológicos, la clínica con la que iban a empezar a estafar los mismos de iDental”, puntualizó, para, a continuación, insistir en que las instituciones “han fallado, porque denuncias había desde 2016”.

López reclamó su caso ante Consumo, que le respondió que no era de su competencia. “Luego me mandaron a Sanidad, que me dijo que volviera a Consumo”, agregó, para preguntarse: “Entonces, ¿de quién es la competencia?”, y advertir de que “así se han visto todos los usuarios”.

La presidenta de Adadem matizó que muchos de ellos son personas mayores “que no saben ni escribir” e incidió en que se trata de un problema sanitario “que acarrea otros problemas”. “Han dejado a personas con hierros en la boca que no pueden comer y están a base de purés y hay otras con anemia”, advirtió, por lo que, a su juicio, la Seguridad Social “se tendrá que hacer cargo de otras patologías asociadas”, entre las que también citó depresión o problemas estomacales.

MANIFESTACIÓN EN MADRID

Por todo ello, un grupo de afectados a título particular ha convocado una manifestación en Madrid para el día 30 de marzo a partir de las 11.00 horas. Partirá de la Puerta del Sol, discurrirá por la calle de Alcalá, plaza de Cibeles y paseo del Prado y concluirá en la plaza de las Cortes.

Ya han confirmado su asistencia alrededor de 400 personas procedentes de Barcelona, Cádiz, Girona, Sevilla y Tarragona, aunque López prevé que sean “muchas más” porque la intención es “hacer mucho ruido”.

Entre sus objetivos, además de la incorporación de la salud bucodental a la cartera pública, también está “que se atiendan las urgencias”.

“La justicia ya llegará”, advirtió, dado que, una vez que la Audiencia Nacional ha asumido la investigación de este escándalo, los afectados “quedamos más tranquilos”. “Pero las urgencias sanitarias no pueden esperar a una sentencia”, aseveró.

López se considera una “afectada económica”, pero afirma que muchos otros casos “ponen los pelos de punta”. “Ha habido algún caso de suicidio y muchos de depresión, pero nos apoyamos unos a otros y nos vamos quitando muchas penas”, dijo, aunque asumió que, en muchos casos, las asociaciones no disponen de medios ni de conocimientos para atender a personas “a las que no sabes ni qué decir para animarlas”.

Muchos “tienen miedo” a denunciar y ese, precisamente, es a su juicio “el primer objetivo”, que denuncien. “Otro es abrirles los ojos y, por supuesto, que no se hagan nada en la boca, pero es muy complicado porque la salud no puede esperar”, manifestó.