Así lo destacó el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien junto al de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, protagonizó este lunes en Usagre (Badajoz) el acto de colocación de la primera piedra y de instalación del panel fotovoltaico inaugural de la planta Núñez de Balboa, el mayor proyecto fotovoltaico de Europa.

La planta contará con 500 megavatios (MW), una cuarta parte de la potencia que Iberdrola instalará en Extremadura. Por ello, Galán avanzó que “esta megainstalación renovable se convertirá en punta de lanza para ratificar el liderazgo de Extremadura, España y la Unión Europea en la transición hacia un sistema energético más sostenible.”

Iberdrola invertirá en esta planta cerca de 300 millones de euros hasta su puesta en marcha en 2020 y en su construcción llegarán a trabajar hasta más de 1.000 personas. Además, contará con la participación de empresas locales como Ecoenergías del Guadiana, Imedexsa, Cubillana, Elaborex y el Instituto Aeronáutico.

Núñez de Balboa, tal y como ha explicado Galán, ocupará una superficie cercana a las 1.000 hectáreas y generará energía limpia suficiente para abastecer a 250.000 personas, cifra superior a la población de las ciudades de Cáceres y Badajoz. La planta evitará, además, la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año.

Además de Núñez de Balboa, cuyas obras se iniciaron en el último trimestre de 2018, de los nuevos proyectos en Extremadura algunos se encuentran ya en avanzado estado de desarrollo, como son las plantas fotovoltaicas cacereñas de Ceclavín, Arenales y Campo Arañuelo I y II, que suman una potencia acumulada de 578 MW.

De hecho, esta región acapara dos tercios de la nueva potencia renovable que Iberdrola pretende instalar en toda España en 2022, año en que tiene programada la puesta en marcha de 3.000 megavatios en el país. En total, la eléctrica contempla lanzar ocho proyectos en Extremadura, la mayoría fotovoltaicos.

Esta apuesta de la compañía se enmarca en su plan de relanzamiento de las energías limpias en España, donde la empresa invertirá 8.000 millones de euros entre 2018 y 2022 y pondrá en marcha 10.000 nuevos megavatios hasta 2030, tal y como anunció durante la reciente actualización de Perspectivas Estratégicas en Londres.

“Este plan nos permitirá crear empleo para 20.000 personas, casi 10 veces más que las que actualmente se dedican hoy a la generación tradicional en nuestra empresa”, valoró Galán.

Por su parte, Fernández Vara pidió proyectos como este que den “alternativas” al cierre de la central de Almaraz. “Queremos que Extremadura siga estrechamente vinculada con la energía”, apuntó el presidente autonómico, quien valoró que este tipo de actuaciones son muy importantes para los municipios pequeños, donde es más difícil atraer empresas.

Los proyectos a desarrollar en Extremadura y en el resto de España se enmarcan dentro de las inversiones globales que Iberdrola llevará a cabo entre 2018 y 2022 y que ascenderán a 34.000 millones de euros.

Núñez de Balboa tendrá una potencia máxima de conexión a la red de 391 MW. Para garantizar el retorno de la inversión de este macroproyecto, Iberdrola está llegando a acuerdos privados con distintas empresas para suministrarles a largo plazo energía 100% renovable procedente de la planta extremeña. Hasta el momento, ha firmado contratos de compraventa de energía o PPA (por sus siglas en inglés, Power Purchase Agreement) con Kutxabank, que consumirá en exclusiva dicha electricidad en todas sus instalaciones y sucursales; con Euskaltel y con el grupo de distribución Uvesco (BM Supermercados).