Así lo indicó en Madrid durante la presentación de los candidatos del partido a los próximos comicios, donde remarcó que “cuantas más digan que yo por ser madrileña o medio argentina y no catalana no tengo derecho a representarles, más exponen la cara sucia de su proyecto que es la xenofobia, el racismo y segregacionismo”.

Álvarez de Toledo lamentó que el proyecto de los independentistas se resume en que “quieren a los vecinos y compatriotas en extranjeros”. En este sentido, criticó que haya españoles que no quieran vivir con otros españoles y catalanes que no quieran vivir con otros que también son catalanes, porque "eso es xenofobia y va contra la Constitución y los principios de la Unión Europea”.

La número uno del PP por Barcelona reconoció que durante mucho tiempo el proyecto del independentismo ganó terreno y “se fijó un perímetro moral que hacía que los que no éramos catalanes no podíamos opinar”. “Esa batalla la fueron ganando y de ahí nació la falsedad del derecho de autodeterminación”, recalcó.

En este contexto, recordó que Barcelona “no es de los nacionalistas”, porque “todos somos propietarios de España y tenemos el derecho y la responsabilidad de votar y ser votados”. Por ello, continuó “voy a defender ese derecho activamente, plantando cara y ejerciendo mis derechos de ciudadanía”.

“Voy a representar a los míos, que son todos aquellos que se sienten libres e iguales en Cataluña y, por tanto, en el resto de España”. Álvarez de Toledo aseguró que en Cataluña “se libra la gran batalla de nuestro tiempo”.

ESPAÑA UNIDA CON CASADO

Durante su discurso, criticó que Cataluña esté condenada en la actualidad a la xenofobia y al tribalismo. Por ello, continuó que el objetivo es que “intentemos ensanchar la base constitucional”, porque “cuando el PSOE insiste en darse de baja del espacio constitucional, nos deja una tarea decisiva que es ocupar ese espacio para defender la mejor España posible”.

Para concluir la número uno del PP en Barcelona, remarcó que España está viviendo el momento institucional y democrático más crítico desde 1978”, por lo que en las elecciones “nos jugamos la continuidad histórica de España como un sistema democrático de conviencia y libertad”.

En este sentido, reconoció que la situación más difícil de España ha coincidido con la etapa más débil del PP, pero confió en que España “solo seguirá unida y democrática con un gobierno liderado por el PP y por Pablo Casado”.

Para que gobierne el PP, Álvarez de Toledo demandó que haya ideas claras y compromiso y “una cantidad considerable de coraje y una máxima movilización ante un desafío mayúsculo, que el partido ha demostrado de sobra durante todos estos años”.