En su declaración como testigo en el juicio del `proces´ aseguró que la afirmación del exconseller de Interior de que el cuerpo autonómico garantizaría la votación el 1-O generó “malestar” en los sindicatos y entre los Mossos y ratificó que él en persona le llegó a reprochar a Forn una conducta que consideró “irresponsable”.

Previamente, en respuesta a la abogada del Estado, que le preguntó si Forn le mencionó en alguna ocasión los riesgos de seguridad que podían darse en el referéndum, Trapero respondió que "no". "¿Forn no adoptó alguna medida para minimizar esos riesgos?", insistió la abogada del Estado. "Que yo conozca, no", respondió.

Según relató, la llegada de Forn a la Consejería de Interior no modificó ni la estructura de los Mossos ni sus criterios operativos. "No se le hubiese permitido tampoco. Forn era una persona poco intrusiva", añadió.

Sin embargo, las manifestaciones en las que Forn dijo que los Mossos garantizarían que el referéndum del 1-O se celebraba pacíficamente “causaron bastante malestar, confundían a la gente sobre el papel de Mossos y daba la impresión de lo que no era. Dio una imagen que alimentó algo que estamos pagando y que no se corresponde a la realidad; eso se lo censuramos y fue irresponsable. Yo personalmente lo hice", ratificó Trapero al abogado de Forn, Javier Melero.

Pese a esta crítica, el exmayor de los Mossos reconoció que el exconseller fue “contundente” al proclamar la dependencia de los Mossos de jueces y fiscales. Con todo, tuvo que admitir que “tener un gobierno que está promoviendo una consulta ilegal" provocó “malestar” tanto entre los sindicatos de los Mossos, que hicieron hincapié en la contradicción, como en el propio cuerpo policial.