Operación policial
20 detenidos por estafar a internautas con falsas ofertas de artículos de segunda mano
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La Policía Nacional ha detenido a 20 personas e investigado a cerca de 100 por su presunta relación con una banda de estafadores asentada en San Fernando (Cádiz), pero con ramificaciones en todo el territorio nacional, que ofrecía en Internet falsas ofertas de artículos de segunda mano e, incluso, de alquileres de inmuebles.
Según informó la Policía, a los implicados se les atribuye la comisión conjunta y reiterada de más de 800 estafas a víctimas de toda España, con un perjuicio económico que supera con creces los 190.000 euros.
La red ofrecía en una conocida aplicación de móviles de compraventa de objetos de segunda mano todo tipo de artículos, como robots de cocina, carritos de bebé, teléfonos móviles e incluso alquileres falsos de inmuebles. Los estafadores creaban perfiles falsos en redes sociales y utilizaban documentos de identidad, que anteriores víctimas les habían facilitado, para dar mayor credibilidad a los anuncios.
La operación comenzó hace varios años, tras tener conocimiento la Policía de la posible existencia de una organización que se dedicaba a estafar a compradores de segunda mano. Con las primeras pesquisas y tras varias denuncias presentadas, los agentes comprobaron que las personas implicadas usurpaban la identidad de otras para vender productos inexistentes.
COPIAS DEL DNI
Para dar credibilidad a sus publicaciones republicaban anuncios reales ya existentes en la misma aplicación de compraventa o en otras similares. Avanzada la investigación, los agentes descubrieron que los implicados buscaban y recopilaban datos de anuncios verdaderos en portales de Internet para obtener información original de artículos que posteriormente vendían como suyos.
De esta forma, se hacían pasar por compradores, interesándose por estos objetos y solicitando a los ofertantes copias digitales de las facturas, recibos o garantías. Además, a ser posible, intentaban conseguir una copia del documento de identidad del vendedor legítimo.
Posteriormente dicha documentación la empleaban para hacerse pasar por los vendedores reales y acreditar así una falsa disponibilidad de los artículos falsos que ofertaban. Para ello se daban de alta con identidades ficticias en escaparates de comercios digitales y publican anuncios de forma reiterada de artículos inexistentes.
Asimismo, para ganarse la confianza de las personas interesadas en los anuncios, los estafadores enviaban, a los posibles compradores, copias de documentos de identidad reales que habían conseguido previamente y de forma fraudulenta. A su vez, a las nuevas víctimas les pedían a cambio fotografías de los suyos con cualquier excusa –como por ejemplo realizar un falso contrato de compraventa-, pidiéndoles incluso 'selfies' en los que debían posar sosteniendo su DNI.
IDENTIDAD ROBADA
Después escogían y filtraban esta información robada en función del carácter de las mismas o de la proyección social del afectado. La excusa más frecuente dada por los estafadores para robar los datos a las víctimas era: “mándame tu DNI, es que no me fío ¿sabes? Ya me han estafado otras veces”.
Para simular aún mayor veracidad ante quienes se interesan por los anuncios, los estafadores llegaron a crear perfiles falsos en redes sociales, vinculando dichas páginas a esos documentos e interactuando con los clientes mediante dichos perfiles. Los investigadores han detectado más de 130 documentos nacionales de identidad que la organización podría haber utilizado de forma ilegal usurpando la identidad de sus propietarios.
Por lo que al menoscabo económico sufrido por los perjudicados, en cuanto a la suma del dinero perdido, se le unen los posteriores agravios derivados del hecho de que esa identidad robada sea difundida en la Red.
(SERVIMEDIA)
13 Mar 2019
NBC/caa