La estadística de la Dirección General de Tráfico (DGT) con datos de accidentes recopilados hasta 30 días después de los siniestros, recogida por Servimedia, indica que la mortalidad en carretera y en ciudad encadeno recientemente un cuatrieño al alza, al pasar de 1.680 fallecidos en 2013 a 1.688 en 2014, 1.689 en 2015, 1.810 en 2016 y 1.830 en 2017 (último año con datos consolidados).

Navarro rehusó este lunes en una entrevista a Antena 3 achacar el repunte de la siniestralidad al aumento del número de desplazamientos por carretera, como se alegó en la última etapa de Mariano Rajoy al frente del Gobierno.

Así, indicó que en los últimos años hubo 850 guardias civiles de tráfico menos y una caída de cerca de 400.000 denuncias por infracciones cometidas por los conductores, al tiempo que se realizó un millón de controles de alcoholemia menos.

"A menos denuncias y a menos vigilancia, pues (los conductores) se relajan y de ahí el repunte, así de sencillo", apostilló, al tiempo que recalcó que "no se aguanta" que el motivo principal se debiera a la subida del número de desplazamientos.

En todo caso, Navarro comentó que España es "un país de referencia en seguridad vial", si bien con "1.830 muertos y más de 9.500 heridos graves al año queda mucho camino por recorrer".

"LEYENDA URBANA"

Por otro lado, Navarro calificó de "leyenda urbana" que haya una intención recaudatoria en la DGT para instalar radares en las carreteras, cuando en "la mitad" no hay ni siquiera cimemómetro y las cajas están vacías, pero cumplen "el mismo efecto" porque los conductores levantan el pie del acelerador en esos tramos.

"El único objetivo es que no pases la limitación de velocidad", zanjó, en tanto que indicó que Tráfico mantiene conversaciones con asociaciones de conductores como el RACE y el RACC para que recomienden dónde deben colocarse los radares.

Navarro comentó que la reforma de la ley de tráfico con la que la DGT pretende modificar el permiso por puntos ha quedado "en paréntesis" con la convocatoria de elecciones generales para el próximo 28 de abril, de manera que podría no elevarse a seis puntos la penalización por hablar manualmente con el teléfono móvil mientras se conduce, pese a que las distracciones son la principal causa de los accidentes mortales desde 2016, no el alcohol.

Por último, Navarro se felicitó de que este domingo haya entrado en vigor una reforma del Código Penal que endurece las penas a los conductores imprudentes al volante que causen accidentes con muertos o heridos, que se enfrentan ya a hasta nueve años de cárcel si ocasionan varios fallecidos o hasta cuatro años de prisión si abandonan el lugar del siniestro, como pedían víctimas y ciclistas.

Navarro indicó que con ello se ha saldado "una asignatura ependiente", especialmente cuando un conductor causa un accidente y se marcha del lugar, lo que consideró "una condenta total y absoluta".