Su instrumentación se ha abordado con dos iniciativas regulatorias, una ya aprobada hace semanas que daba mayor poder y herramientas a los organismos supervisores (Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores y dirección General de Seguros y Planes de Pensiones) para intervenir en caso de detectar riesgos excesivos en el sector financiero, y la actual para constituir la nueva autoridad creada 'ad hoc' para vigilar que no se producen aprobada por el Consejo de Ministros.

"Este Gobierno quiere que no vuelva a repetirse nunca una situación de inestabilidad financiera de crisis como la que hemos vivido porque hayan faltado elementos racionales de coordinación, esfuerzo y antes de que ocurra lo que ha ocurrido", explicó la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tras el Consejo de Ministros.

Calvo subrayó el interés adicional de evitar que España fuera el último de Europa en carecer de este esquema preventivo para evitar crisis como la que el país sufrió.

La creación de la autoridad macroprudencial fue requerida, de hecho, por la Junta de Riesgo Sistémico creada en Europa en 2010 cuando se vio la necesidad de tener mecanismos que analizasen la economía y el desarrollo de los mercados financieros en su globalidad, y no en nichos como venía ocurriendo, para evitar repeticiones de crisis financieras.

Todos los países europeos debían contar con este sistema en el año 2013, siendo hoy España el único, junto con Italia, carece aún del mecanismo.

DETECTAR RIESGOS Y GESTIONARLOS

El nuevo organismo, bautizado como Autoridad Nacional de Estabilidad Financiera (Anesfi), estará integrada por representantes del Ministerio de Economía y Empresa y de los tres organismos supervisores. Su presidencia recaerá, de hecho, en el titular de Economía, a semejanza de autoridares similares en Europa como la alemana; aunque su Comité Técnico, más gestor, lo liderará la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, y en ambos organismos decisorios tendrán representación mayoritaria de los tres organismos supervisores.

Su labor será la supervisión macroprudencial del sistema financiero, con capacidad para efectuar análisis de riesgos y emitir opiniones, así como alertas sobre todos los aspectos que puedan suponer un riesgo sistémico que afecte a la estabilidad financiera.

Entre sus cometidos figura el de formular recomendaciones de intervención a los organismos supervisores para la adopción de medidas específicas cuando atisbe dichos riesgos, con la posibilidad de dar publicidad al seguimiento de esas indicaciones cuando lo considere necesario.

Para mejorar la capacidad de intervención el Gobierno ya adoptó otra normativa que habilitaba al Banco de España, la CNMV y Seguros a limitar el endeudamiento de las entidades que supervisan y en algunas exposiciones en inversión, o imponer medidas como exigir huchas mayores de liquidez a las gestoras a fin de garantizar los reembolsos a sus clientes en caso de tensión de los mercados.

En el caso del Banco de España le permitirá también nuevas actuaciones como fijar un colchón anticrisis al sector en un momento dado sobre determinadas exposiciones o establecer límites a la financiación, con posibilidad de intervenir a escala global en el sector o fijar requerimientos individuales a las entidades. Para dar fortaleza a sus decisiones y que sean efectivas, las advertencias y recomendaciones será públicas, salvo en casos donde puedan alterar la estabilidad financiera.