En un comunicado, Afanias apeló al derecho de los padres a elegir el modelo educativo que quieren para sus hijos, y destacó “la efectividad” de los centros especiales y “la vulnerabilidad” a la que podría conducir “un traslado masivo” de los alumnos.

“Las personas con discapacidad intelectual que acuden a la educación especial reciben una formación especializada e individualizada que permite potenciar su desarrollo intelectual, personal y afectivo, favoreciendo sus procesos de inclusión social”, afirmó la asociación. A su juicio, “la educación especial es el modelo que permite mayor desarrollo en la persona y que da las herramientas para una mejor inclusión en la sociedad”

Además, el presidente de Afanias, Alejandro Martínez, consideró que el eventual cierre de los centros específicos vulneraría el artículo 49 de la Constitución, “que contempla que los poderes públicos prestarán atención especializada al colectivo”.

Por otro lado, puso de relieve “los desorbitados costes económicos, humanos y de infraestructuras que esta medida podría suponer”. Finalmente, advirtió de que “la inclusión no se produce por el simple hecho de estar en un colegio ordinario”, e hizo un llamamiento “a emprender un profundo debate en el que también se incluya a profesionales y padres de la escuela ordinaria”.