Guillermo Mariscal, portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, denunció que antes de presentar esas medidas no ha habido diálogo ni colaboración alguna por parte del Gobierno con su partido, primera fuerza parlamentaria, lo cual contradice las proclamas del Ejecutivo sobre su supuesta vocación de dialogar y de contar con el Parlamento.

Denunció que la transición energética que plantea el Gobierno aboca a la ralentización de la economía y de la creación de empleo, y a un incremento de la factura. Además, juzgó "contradictorio" defender la supresión de la energía nuclear, que supone el 20% del total y no emite CO2, para sustituirla por otras fuentes que sí emiten.

Las medias del Gobierno, su "colaboración activa" con la salida de algunas empresas de España, como Alcoa, o la puesta en riesgo de cementeras, añadió, preludian una reducción del peso de la industria en la economía y eso, alertó, siempre es un riesgo para la estabilidad y la cración de empleo.

Mariscal defendió que el PP es el partido que desde el gobierno más energía renovable ha ingresado en el sistema eléctrico, y esa es la realidad frente a las "ensoñaciones" y "cantos de sirena" del Ejecutivo socialista, que presenta "solo humo" y una suerte de "realismo mágico" desde la mesa del Consejo de Ministros, utilizada como "oficina de propaganda del PSOE" de cara a las próximas elecciones.

Además, acusó al Gobierno de no aclarar sus verdaderas intenciones respecto a la circulación de vehículos diésel y gasolina, y de poner en riesgo con su irresponsabilidad a una industria, la automovilística, que representa el 10% del empleo en España.

Mariscal considera que la pretensión del PSOE re renovar el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) va más allá de la política energética y demuestra el intento de los socialistas de "ocupar" las instituciones con sus allegados, todo un "asalto" que considera "absolutamente irresponsable".