Así se pronunció el jefe de la diplomacia española en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, en el que presentó a la secretaria de Estado de la España Global, Irene Lozano.

El ministro subrayó que "en los tiempos que corren, inundados de 'fake news', y donde la desinformación y la destrucción están presentes en todos los frentes, España es objeto de feroces ataques del independentismo", del que dijo está "empeñado" en la "construcción de una segunda leyenda española, como país represor que no respeta los derechos y las libertades y en el que se juzga a las personas por sus opiniones".

Tachó de "alevosa" la forma en la que los independentistas han utilizado su "poderosa maquinaria de desinformación" para construir un discurso que está "presente permanentemente" en los medios de comunicación internacionales.

Advirtió de que los "ataques" que sufre España "vienen de fuera, aunque están cocinados desde dentro", lo que le sirvió para aseverar que "no es tarea de una persona, ni de un órgano administrativo, ni de un cuerpo de funcionarios, sino de toda la sociedad española, levantarse contra esta tarea de desprestigio" que se cierne sobre España.

Explicó que las embajadas y los consulados están involucrados en esa tarea, ya que han transcurridos "años de silencio" pensando en el "ya pasará y dejando que los argumentos del contrario se propaguen". "Pues no ha pasado", dijo.

Ante esta situación, hizo una llamamiento a la sociedad civil española: "Ayúdennos. Ayuden a la España Global. Sean más tibios en la crítica y más fuertes en la defensa", puesto que es "tarea común de toda la sociedad española defender a su país, porque está en peligro la integridad territorial del Estado".

Por último, consideró importante que el Estado gane la batalla sobre "cómo nos ven los demás, cómo nos perciben", ya que si se impusiera el relato de la otra parte eso "pronto" tendría consecuencia sobre la prima de riesgo y la estabilidad económica del país.