Si Stéphane Hessel consiguió movilizar a toda una generación con ‘¡Indignaos!’ -considerado uno de los revulsivos para el 15M-, Paca Tricio, de 72 años y presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), pretende que el ‘click’ llegue a los de su quinta en ‘La rebelión de los mayores, porque la indignación no se jubila nunca’ (Planeta, 2019).

“Los jóvenes tienen sueldos indignos y trayectorias cortísimas dados de alta en la Seguridad Social y, sin embargo, no están en las calles”, reprochó esta lideresa de la lucha de los pensionistas en declaraciones a Servimedia.

Y es que con la precariedad laboral en el empleo juvenil y con una edad media de emancipación que ya llega a los 30 años en España, “estamos convirtiendo a los jóvenes en dependientes de sus padres”. “Con 25 años mis hijas se habían emancipado y tenían un piso; lo que está pasando con la juventud es una tragedia”, diagnosticó.

En el librillo publicado por Tricio, de apenas 200 páginas y prologado por la periodista Ana Pastor, la autora dedica una misiva a los jóvenes: “Algún día estarás donde estoy yo (…), si en los últimos días has visto a ciudadanos y ciudadanas de edad avanzada manifestándose para pedir pensiones dignas (…), no lo hacemos por nosotros, lo hacemos por ti”.

“NO SE ESPERABAN A ANCIANOS EN LA CALLE”

En este sentido, Tricio destacó que “ha sido muy fácil” movilizar a los pensionistas y que “los políticos se quedaron asombrados de que los ancianos fuéramos a salir en tromba a la calle”, después de que la exministra de Empleo Fátima Báñez anunciara una “ridícula” revalorización del 0,25% en las pensiones.

Sin redes sociales y sin grandes propagandistas en los medios de comunicación, los pensionistas lograron movilizarse porque, según Tricio, “en los ancianos el boca-oreja funciona fenomenal” y la movilización “ha corrido como la pólvora por toda España”.

En el caso de los jóvenes, Paca Tricio aseguró que son “acríticos”, aunque confía en que en unos años haya veinteañeros acompañando a los pensionistas en sus manifestaciones, conscientes ya del futuro de las pensiones y de lo “indigna” que es su situación laboral.