En opinión de la central sindical, el nuevo impuesto de las transacciones financieras y la 'tasa Google' son dos tributos "justos y necesarios" y "claves" para "mejorar en la redistribución de la renta, ya que contribuyen a mejorar la equidad económica y la cohesión social".

Sin embargo, subraya que España recauda aún siete puntos porcentuales de PIB menos que la media de la Unión Europea, "lo que significa que nuestro país deja de recaudar 80.500 millones de euros respecto a Europa". La presión fiscal es del 37,9%, frente al 44,8% de media en la UE.

Entre las medidas que, a su juicio, se deberían arbitrar, UGT aboga por situar la lucha contra el fraude fiscal en el centro de la actuación política, "dotando a las administraciones tributarias de los medios humanos, materiales y técnicos necesarios".

Asimismo, aboga por eliminar del IRPF la tributación dual, "que beneficia a las rentas del capital y castiga a las del trabajo", e ir eliminando de manera progresiva la mayoría de deducciones fiscales, "que favorecen más a los que más tienen".

Por otra parte, demanda establecer una imposición real sobre la riqueza que afecte a todo el patrimonio de los contribuyentes, limitar las exenciones, deducciones y bonificaciones en el Impuesto de Sociedades, revisar los tipos de IVA o establecer una tributación homogénea para sucesiones y donaciones en toda España.

También pide tributos específicos para la banca, con un impuesto sectorial, y otra tasa para las viviendas vacías de las entidades financieras para "evitar actuaciones especulativas y propiciar su disponibilidad", además de crear ad hoc un tributo para financiar las pensiones.