Así lo indicó el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres, durante la presentación de las previsiones económicas de Funcas para el periodo 2019-2021, en las que esperan que el actual ejercicio cierre con un déficit del 2,1%, por encima del objetivo del 1,3% pactado con la Comisión Europea.

Durante la presentación, Torres explicó que dicha estimación está realizada sobre un escenario en el que el nuevo proyecto de Presupuestos de 2019 no se apruebe, manteniéndose prorrogados durante todo el año los de 2018, pero sí con la entrada en vigor ya producida de medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la de las cotizaciones sociales, y la revalorización de las pensiones.

En cualquier caso, Torres indicó que, aun en caso de aprobarse el proyecto presupuestario, la estimación de Funcas es que el déficit sería más próximo al 1,8% que quería fijar el Gobierno socialista que al 1,3% en vigor que dejó fijado el anterior Ejecutivo del Partido Popular. Sobre este punto, explicó que el Ministerio de Hacienda ha diseñado las cuentas públicas contemplando un cambio en el calendario en el Sistema de Información Inmediata del IVA que facilitaría alcanzar el objetivo del 1,3% “pero desde el punto de vista de caja, mientras que en Contabilidad Nacional el déficit sería del 1,8%”.

Por otro lado, preguntado por el impacto que podría tener la reducción del déficit en el crecimiento del PIB, que Funcas sitúa en el 2,1% para 2019, Torres aseguró que podría tener “algo de impacto”, pero que se mantendría el déficit estructural ya que la política fiscal contemplada es neutra. Sobre este punto, Torres consideró esta política “adecuada” al considerar que aunque “conviene evitar una política fiscal expansionista, también conviene prudencia y reducir el déficit de manera gradual”.

En cuanto a las previsiones de ingresos planteadas por Hacienda en los Presupuestos, preguntado por si Funcas considera que son realistas, el director de coyuntura afirmó que las relativas al impacto del establecimiento de un tipo efectivo mínimo del 15% en Impuesto de Sociedades y a la subida del diésel para equipararlo a la gasolina sí podrían ser más realistas, pero no así las de los impuestos de nueva creación.

En este sentido, Torres destacó la dificultad para calcular cuánto ingresarán el impuesto a las transacciones financieras y el de los servicios digitales, al señalar que su creación y entrada en vigor necesitará más tiempo y que quizás no lo hagan ya hasta 2020.

Por último, preguntados por su valoración de la propuesta de la Autoridad Independiente de la Responsabilidad Fiscal (Airef) para que ciertos gastos de la Seguridad Social sean asumidos por la administración central para garantizar la sostenibilidad de la primera, el director general ed Funcas, Carlos Ocaña, la consideró “buena desde el punto de vista de la transparencia”, pero aseguró que no arreglaría las cuentas públicas al considerar que “por más que cambiemos de una cajita a otra las pensiones no mejorará el déficit y el endeudamiento”.