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CRIMEN EN HUELVA

La Guardia Civil cree que Laura Luelmo fue violada y asesinada el mismo día de su desaparición

MADRID
SERVIMEDIA

La Guardia Civil considera que la profesora zamorana Laura Luelmo fue raptada por su asesino confeso, Bernardo Montoya, al salir del supermercado la tarde del pasado 12 de diciembre, tras lo cual el acusado la llevó a su casa, donde la golpeó y la dejó inconsciente o en grave estado. Posteriormente, la joven fue trasladada al campo en el maletero de un coche, donde se encontró su cadáver el 17 de diciembre con signos de haber sido violada.

Ésta es la reconstrucción de la investigación de este crimen que fue facilitada este miércoles en rueda de prensa en Madrid por el coronel Ezequiel Romero, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, y Jesús García, teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita.

Ambos mandos del Instituto Armado explicaron que, a falta de la autopsia definitiva, los investigadores consideran que “lo más probable” es que Laura fuese violada y asesinada el mismo día de su rapto, el 12 de diciembre, sin que hubiera estado retenida en otro lugar hasta que apareció su cadáver. Además, los hechos habrían ocurrido en pocas horas, se cree que entre las 16.22 horas de ese día y algún tiempo después de las 18.10 horas de esa misma tarde.

El coronel Romero y el teniente coronel García explicaron los pasos que se siguieron desde que el 13 de diciembre fue denunciada la desaparición de Laura, que tuvo lugar el día anterior, hasta el hallazgo del cadáver de la profesora -el 17 de diciembre-, la detención de Montoya -el día 18- y la confesión de éste -día 19 de diciembre-.

“SOSPECHOSO CON MAYÚSCULAS”

A este respecto, el coronel Romero explicó que Montoya fue considerado un “sospechoso con mayúsculas” desde el mismo día que se registró la casa de Laura -el 13 de diciembre-, ya que fue visto en el lugar cuando los agentes entraron en el domicilio de la víctima. El asesino confesó negó ese momento conocer a la profesora ni saber que vivía una en su calle.

A pesar de ello, los antecedentes de Montoya, el golpe que tenía en el pecho y su proceder “huidizo” tras la desaparición de la joven llevaron a los agentes finalmente a detenerle y registrar su domicilio el 18 de diciembre, donde se encontraron restos de sangre del asesino y de su víctima. El acusado, tras mentir en sus primeras declaraciones, acabó confesando el 19 de diciembre.

Según el coronel Romero, Montoya secuestró a la joven el 12 de diciembre, cuando la profesora salía del supermercado. A continuación, el asesino llevó a la víctima su casa, donde la golpeó en el suelo. Tras ello, mientras la víctima estaba inconsciente o malherida, la introdujo en el maletero de su coche y la llevó hasta donde luego fue encontrado el cadáver. Se cree que en este lugar el acusado violó a la profesora, ya que sus pantalones se encontraron en los alrededores.

GOLPE EN EL PECHO

Una vez facilitados los datos principales de la resolución del caso, el coronel Romero y el teniente coronel García explicaron que, a falta de la autopsia definitiva, se cree que todo apunta a que Montoya violó y asesinó a Laura el mismo día del rapto, el 12 de diciembre, sin que la tuviera retenida en ningún lugar. A esto apuntaría que a las 18.10 horas de esa tarde un vecino vio a Montoya con el maletero abierto de su coche, lo que apuntaría a que en ese momento llevaba a la joven hasta el lugar donde se encontró su cadáver.

Ambos indicaron que “lo más probable” es que la agresión sexual y el crimen se produjeron el mismo día 12, al tiempo que se tiene la seguridad de que la víctima no estuvo esa noche en la casa del asesino. Asimismo, estos responsables de la Benemérita indicaron que la actitud esquiva de Montoya, que intentar esconderse en casa de un familiar y el golpe que tenía en el pecho llevaron a registrar su vivienda, donde se encontraron las pruebas para su inculpación.

(SERVIMEDIA)
26 Dic 2018
NBC/gja