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Vivienda

La Asociación Hipotecaria cree que "el sector público debería dar la cara" para que personas vulnerables tengan vivienda

(AVISO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://goo.gl/CtDtnM)

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Santos González, considera que "el sector público debería dar la cara" para garantizar el acceso a la vivienda a personas que por su vulnerabilidad económica necesiten ayuda, en vez de trasladar la responsabilidad a la banca.

En una entrevista a Servimedia, González reconoció que durante la crisis "ha venido muy bien" el balance de las entidades para atajar el problema social ante la inexistencia de otros mecanismos públicos, impidiendo los desahucios, permitiendo a personas que no pagaban la hipoteca continuar de inquilinos en la vivienda o con el parque de pisos cedido por la banca, pero reivindicó que no es una solución adecuada ni sostenible.

"Tenemos un problema de vivienda, seguro que tenemos un problema de solidaridad, tenemos un artículo 47 en la Constitución -que garantiza la vivienda-, pero lo que seguro que no tenemos es que esa solución la tenga que dar el sistema financiero, que hoy es el único que ha puesto algún tipo de medidas paliativas a todo este tipo de desgracias socioeconómicas sobrevenidas con la crisis y eso es lo que hay que arreglar", lamentó.

A su juicio, un sistema social bien articulado resultaría además más eficiente porque si un ciudadano con dificultades recibe ayudas podría atajar apuros de pago y no perder la vivienda o acceder a una casa social en situaciones extremas, mientras que una reestructuración de la deuda a veces solo demora y engorda el problema.

AYUDA AL PAGO Y LEY DE SEGUNDA OPORTUNIDAD

"Tenemos que tener un sistema de protección, de ayuda al pago, de ayuda a la vivienda, de segunda oportunidad para que la gente que haya tenido problemas pueda resarcirse económicamente como lo hace una empresa y reiniciar sus proyectos económicos y vitales, pero hoy hemos ido poniendo tapones, chapuzas según se nos iban abriendo grietas, y todo a costa de las entidades financieras. Que seguramente habrá quien diga que está bien y que den la cara, pero no son los mecanismos correctos para ordenar un país a largo plazo", argumentó.

González sugirió que el sector público podría jugar igualmente un rol con alquileres sociales como ocurre en países donde el arrendamiento de viviendas está muy generalizado como es Alemania, pero que al empresario "no se le puede exigir" que se dedique a financiar viviendas "a personas que por su vulnerabilidad económica necesiten ayuda".

DESCARTA UNA BURBUJA Y MINIMIZA LAS SUBIDAS DE TIPOS

A pesar de algunas alertas como la formulada por el FMI, el presidente de la AHE cree que se está "lejísimos" de una burbuja inmobiliaria como la vivida en 2004 ó 2005 porque ni los volúmenes de crédito se asemejan a los del ciclo anterior ni lo facilitan las condiciones laborales actuales: "Hay una cuestión fundamental, que es la del empleo y los salarios, que no permite al primer acceso estar de una manera decidida en el mercado inmobiliario, y sin un mercado claro de primer acceso es difícil que estemos ante una burbuja".

Descartó que el fenómeno sea genaralizado y limitó las alzas de precios a "determinados productos, en determinadas zonas y en determinadas ciudades" por una presión de la demanda en la que también influyen operaciones de inversión, como son las de los fondos o particulares que compren para alquilar.

El presidente de la AHE negó, por otro lado, que los costes añadidos que traerá para la banca la llamada reforma hipotecaria vayan a originar un endurecimiento en los préstamos hasta el punto de expulsar de la financiación de vivienda a colectivos con peores ingresos.

"Están fuera del mercado aquellos salarios que no puedan pagar una hipoteca. Habrá que ver en cada momento económico ese nivel mínimo para contratar una hipoteca. Estará en función de su empleo y el precio de la vivienda", zanjó pese a admitir que hoy día "los niveles salariales son los que son" y la contratación precaria tampoco ayuda a aspirar a tener viviendas porque para comprar "se necesita un ahorro previo" por casi el 30% del valor total de la transacción. "No estoy de acuerdo con que los jóvenes no quieren comprar. Los jóvenes lamentablemente lo que no pueden es comprar", concluyó.

El banquero quitó hierro por otro lado al potencial impacto en precios hipotecarios de la retirada de las medidas de estímulo por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la previsión de que vuelva a subir tipos de forma gradual el próximo año. "No hagamos ningún drama de medio punto en una hipoteca a 30 años. Esos tipos de interés no serían sustantivos para el mercado hipotecario o para el que tiene que conseguir un crédito. Tiene más importancia el nivel de empleo. Tiene mucha más importancia la propia estabilidad del mercado", remachó.

(SERVIMEDIA)
23 Dic 2018
PAI/ECR