Así lo señaló durante el debate de la senda de estabilidad en la sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, en la que Montero volvió a defender los mismos objetivos de déficit y deuda que el Congreso ya rechazó en julio y que, en caso de ser aprobados, permitirían al Ejecutivo socialista elaborar los Presupuestos sobre la base de una mayor capacidad de gasto. En concreto, el objetivo de déficit que propone el Gobierno de Pedro Sánchez es del 1,8% en 2019, cinco décimas más sobre el 1,3% que dejó fijado el PP durante el gobierno de Mariano Rajoy.

Durante su intervención, la ministra argumentó que la flexibilización del déficit del próximo año se debe a que su propuesta es “más realista” respecto a las previsiones de organismos como la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). En este sentido, recordó que dichos organismos ya estimaban antes del cambio de Gobierno que el déficit de España en 2018 sería del 2,7%, por encima del 2,2% previsto, por lo que ahora “este Gobierno tiene que hacer la tarea que no hizo el PP” y debe sumar las cinco décimas de diferencia a la senda para el próximo ejercicio.

Así, la titular de Hacienda explicó que el mayor déficit que España registrará en 2018 respecto al objetivo inicial se debe a que fue “agravado por el anterior Gobierno con medidas incluidas en los Presupuesto de 2018 que hacían imposible su cumplimiento”.

Por ello, aseguró que la senda de estabilidad propuesta por el Gobierno “pone en valor el acuerdo por la estabilidad con Europa” pero también con el compromiso de “empezar la recuperación de los derechos perdidos durante la crisis” y con “las comunidades autónomas y la Seguridad Social”.

“Hablar de la senda de estabilidad es hablar de los problemas cotidianos de la gente, de la sanidad, educación, dependencia”, afirmó Montero, para a continuación agregar que la flexibilización del déficit permitirá 6.000 millones más de gasto para “revitalizar” los servicios públicos y el Estado del Bienestar.

Además, ante la probable suma de los apoyos parlamentarios suficientes para sacar adelante la votación, la ministra resaltó que se mandaría “un mensaje bastante claro a la ciudadanía de que es posible la política y el diálogo frente al ruido” y a “una España en blanco y negro”. En la misma línea, criticó a PP y Ciudadanos por “retorcer” el reglamento del Congreso y dejar “durmiendo” la reforma de la Ley de Estabilidad con la que la mayoría parlamentaria que permitió su tramitación pretende eliminar de dicha norma la capacidad “excepcional” de veto del Senado a la senda de estabilidad.

Asimismo, también criticó que “algunos partidos no creen en el diseño autonómico” y tienen “nostalgia de un Estado centralista”, frente a la “convicción autonomista” del Ejecutivo. “Dotar de recursos a las comunidades autónomas es decir sí a la arquitectura constitucional”, declaró, para agregar que son las comunidades autónomas quienes se encargan de la gestión de la mayor parte de los servicios públicos.

Por último, Montero apuntó que no aprobar unos nuevos Presupuestos para 2019 y prorrogar los de 2018 elevaría el déficit del próximo ejercicio hasta el 2,2% o el 2,4%, frente al objetivo fijado actualmente en el 1,3% o el que propone el Gobierno del 1,8%.

Según las declaraciones de los representantes de los distintos grupos parlamentarios en los últimos días, la senda de déficit propuesta por el Gobierno contará en la votación de hoy con el apoyo, además del PSOE, con el de Unidos Podemos, ERC, PNV, PDECat, Compromís y Nueva Canarias, lo que garantizaría su aprobación. En cualquier caso, aun siendo aprobada por el Congreso, la senda se toparía el próximo 27 de diciembre con la mayoría absoluta del PP en el Senado, por lo que el Gobierno tendrá que elaborar las cuentas públicas de 2019 tomando como base el actual objetivo de déficit fijado por el PP.