En una pregunta de Belarra a Calvo en la sesión de control al Gobierno, la primera comenzó tachando de “infame” el alegato lanzado por Casado en su intervención anterior en favor de la prisión permanente revisable citando el asesinato de Luelmo, y lo comparó con las defensas que hacen los partidarios de las armas en EEUU cada vez que se produce un crimen.

“No necesitamos pistoleros ni prisión permanente revisable, sino políticas públicas que nos defiendan”, le corrigió con vehemencia la portavoz de Unidos Podemos, a quien Calvo agradeció que dedicara parte de su tiempo de intervención a “defender la seguridad de las mujeres, donde la derecha no ha hecho nada más que recurrir todas las leyes de igualdad”.

Al lado de esta coincidencia, quedó en segundo término el objeto real de la pregunta, que era qué va a hacer el Gobierno para acabar con las vulneraciones de los derechos laborales y el derecho a la vivienda. Calvo aseguró haber “tomado muchas medidas importantes frente a los destrozos” del Gobierno del PP; por ejemplo, haber sacado de la temporalidad 47.000 contratos, y esta semana elevar el salario mínimo, fruto del acuerdo con Unidos Podemos.

Belarra denunció que el PSOE, aunque nunca haya “querido reconocer que se equivocó con la reforma laboral de 2010”, sí se ha comprometido a derogar la posterior del PP, en iniciativas que contaban con la misma mayoría parlamentaria que existe en la actualidad. “Llevan gobernando seis meses, tienen que empezar a demostrar que hay cambios”, le espetó, reprochando además al Ejecutivo que su decreto sobre vivienda dejara “fuera la medida más importante para regular el alquiler”, la limitación del precio pactada con Unidos Podemos.

Calvo, como otras veces el Gobierno, volvió a refugiarse en una supuesta mayoría insuficiente para no emprender la derogación de la reforma laboral. Dijo concebir una democracia con seguridad jurídica, que consistiría en tener una mayoría suficiente para aprobar las leyes, y prometió que cuando exista acometerá dicha derogación. Mientras tanto, afirmó que el Ejecutivo evita “todos los destrozos de la reforma laboral” con decretos y proyectos de ley.