Según informa la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, la investigación se inició a raíz de un robo violento perpetrado en un salón de juegos por cinco jóvenes a principios del mes de agosto. Según los testigos, los asaltantes ocultaban el rostro con pasamontañas o pañuelos y habían empleado armas para intimidar a los allí presentes. Posteriormente, se dieron a la fuga en un vehículo robado previamente para cometer el golpe.

Fruto de la investigación, los agentes lograron recuperar el vehículo que había sido utilizado para el atraco y constataron que la matrícula que portaba pertenecía a otro turismo, que fue localizado un día después.

Por este motivo, los investigadores establecieron un dispositivo de vigilancia en torno al segundo automóvil, que frecuentemente era conducido por uno de los ahora detenidos.

Como consecuencia de los seguimientos realizados y las declaraciones prestadas por los testigos, la policía pudo identificar a todos los miembros de la banda, que se ponían en contacto entre ellos con cierta frecuencia y por separado.

A principios de este mes, los agentes detectaron la presencia del conductor del vehículo en compañía de otros cuatro jóvenes. Los cinco entraron en un establecimiento comercial donde adquirieron gorros, pañuelos y guantes, y posteriormente se introdujeron en un vehículo. Fue entonces cuando la policía procedió a detener a estos cinco miembros de la banda, mientras uno de ellos intentaba huir sin éxito.

Dos días después, los investigadores arrestaron a un sexto componente del grupo, quien también intentó fugarse instantes después de advertir la presencia de los agentes.