Medio ambiente

Los pájaros cantan peor de adultos si pasan hambre tras nacer

MADRID
SERVIMEDIA

Los pájaros cantores machos que tuvieron dificultades para sobrevivir en los primeros días de vida cantan menos y lo hacen de forma más simple cuando son adultos, mientras que los polluelos que no han sufrido estrés producen después cantos más complejos y regulares.

Ésta es la conclusión de un estudio liderado por Lucy Magoolagan, de la Universidad de Lancaster (Reino Unido), y publicado en la revista ‘PLOS ONE’.

Las aves canoras juzgan la calidad de un macho basándose en su habilidad para cantar. El momento en que se aprenden los cantos y el desarrollo de las estructuras cerebrales involucradas ocurren durante un periodo en que los pollitos están expuestos a una serie de potenciales factores estresantes.

La calidad y la cantidad de los cantos producidos por los pájaros adultos pueden reflejar el nivel de estrés experimentado durante los primeros años de vida (por ejemplo, por la falta de alimentos), una teoría conocida como la ‘hipótesis del estrés del desarrollo’.

Para probar esa hipótesis, los investigadores analizaron a largo plazo 18 polluelos silvestres de mirlo acuático europeo (‘Cinclus cinclus’) alrededor del río Lune en el condado de Cumbria (Reino Unido).

Los científicos observaron el tamaño de las crías, el número de visitas alimentarias de los padres y la condición de los polluelos a los nueve días. Después, regresaron para grabar los cantos de esos pájaros ya como adultos.

‘SÍLABAS’ ÚNICAS

Descubrieron que los mirlos más sanos a los nueve días cantaban con ‘sílabas’ más únicas cuando eran adultos, algo que ampliaba su repertorio. Los polluelos que fueron alimentados con más frecuencia también cantaban más a menudo en la edad adulta.

Ésta es la primera evidencia en poblaciones silvestres de que la limitación alimentaria durante la vida temprana puede influir en la frecuencia y el repertorio del canto en aves adultas, y respalda estudios experimentales previos sobre estorninos europeos (‘Sturnus vulgaris’), diamantes cebra (‘Taeniopygia guttata’), gorriones coronirrufos pantaneros (‘Melospiza georgiana’) y gorriones melódicos (‘Melospiza melodia’).

“Nuestros resultados proporcionan algunas de las primeras pruebas de un ave salvaje de cómo las condiciones experimentan durante la vida temprana impactan en el canto de un adulto", explica Magoolagan.

(SERVIMEDIA)
15 Nov 2018
MGR/caa