La obra atribuida a Fernando Gallego y su taller es una pieza de notable interés artístico y de gran importancia histórica entre las de su escuela, según ha detallado el Ejecutivo madrileño.

Gallego (1468-1507) es considerado uno de los pintores más representativos del estilo hispano-flamenco castellano y la tabla se cree que perteneció al retablo de la Catedral de Zamora, uno de los conjuntos más significativos del arte español de finales del siglo XV.

El Gobierno regional ha considerado que la tabla, que actualmente se encuentra en Madrid, es un elemento destacado del patrimonio histórico de la Comunidad y reúnen los valores artísticos e históricos para su declaración como Bien de Interés Cultural.

Por su parte, la tabla ‘Crucifixión’, de autor desconocido, ha sido considerada una “excelente y singular muestra” de pintura flamenca donde fue creada durante la segunda mitad del siglo XV. La obra ha sido relacionada con la escuela de Gante y especialmente con la figura de Hugo van der Goes.

A juicio del Gobierno regional, se trata de una pintura de “especial relevancia tanto para el patrimonio histórico español como para el de la Comunidad de Madrid”.

La declaración de bien de interés cultural implica que cualquier actuación que se pretenda llevar a cabo sobre las obras así calificadas deben contar con una autorización previa de la Dirección General de Patrimonio Cultural.